Zoo Tour

De excursión por uno de los zoológicos más famosos de Alemania y de Europa. Si te gustan los animales y pasear, Hellbrunn debes visitar.

Día soleado, momento perfecto para dar una vuelta, caminar un rato, hacer una excursión o, ¿por qué no?, visitar el zoo.

El zoológico Hellbrunn de Múnich se fundó en 1911. Se trata del primer Geo-zoo del mundo donde los animales viven en comunidades, de acuerdo a su distribución geográfica. Es decir, el zoo se encuentra distribuido en zonas geográficas. Existe, por ejemplo, la parte dedicada a África, la de Australia, la de América... Ello provoca que el visitante pueda “viajar” alrededor del mundo, experimentando sus distintos hábitats.

Como ya he comentado, Hellbrunn fue el primer zoológico del mundo en utilizar esta distribución, que después ha sido realizada en parques de otros países. Más que un zoo podría definirse como una reserva natural, pues posee una amplia variedad de animales, aves y reptiles, todos acomodados a sus necesidades en recintos amplios sin rejas. Asimismo, puedes ver monos, ardillas, leones marinos, halcones, aves rapaces, pelícanos, visitar la cueva de murciélagos, o los peces tropicales o el hormiguero con millones de hormigas, etc.

Abre de abril a septiembre de 08:00 a 18:00 hrs y de octubre a marzo de 09:00 a 17:00 hrs.

La entrada para adultos cuesta 9 euros. Al pagar te entregan un folleto con un mapa de todo el parque que facilita la visita, permitiendo que el visitante elija qué parte le interesa visitar primero o cómo desea organizar su recorrido. Las distintas zonas están señalizadas, como ya hemos dicho, con los animales ubicados según su procedencia.

A parte de que el día fue perfecto, debido al buen tiempo y a la época del año, me sorprendió gratamente mi paseo por Hellabrunn. El zoo está lleno de vegetación, bien cuidado y los animales cuentan con grandes espacios.

Como en cualquier lugar, algunas “atracciones” pueden llamar más la atención que otras. Una de las más impresionantes es, sin duda, la “Villa Dracula”. Dentro se encuentra una sala en la que se disponen distintas especies de roedores de diversos tamaños y especies. Pero lo mejor no es eso, ni mucho menos. En la puerta hay una pantalla en blanco y negro donde se muestra a los murciélagos, que se encuentran en una sala a parte, colgando del techo. Desde la entrada de la sala de los murciélagos, donde no hay puerta, se aprecia que está a oscuras, con unas luces azuladas algo lúgubres. Bueno, pues vamos a entrar. Paso al frente y dentro los murciélagos, sueltos, ¡vuelan a tu alrededor! Totalmente a su aire vuelan y pasan a tu lado a gran velocidad. Curiosamente no te tocan, pero la impresión es bastante impactante.

Otra curiosidad divertida es ver a los “monos ardilla”, que se encuentran totalmente sueltos y por los arboles en medio del zoo. La gente les da de comer y bajan para coger la comida de la mano. Esta especie de mono vive en los bosques tropicales de Sudamérica y Centroamérica. Es un primate pequeño, con un tamaño algo menor al de un gato, delgado, de pelaje corto de color olivo amarillento. Su lomo y extremidades son de color naranja, la cresta de su cabeza, su hocico y sus ojos son de color negro, sus pómulos y nariz son de color piel. Se mueve rápidamente entre las ramas produciendo un silbido bastante agudo. A diferencia de otros monos, el ardilla no posee una cola prensil que le ayude a sujetarse de los árboles cuando caza.

Además, los elefantes sueltos sin ataduras, los pingüinos que pueden verse por debajo del agua mientras nadan y pegan saltos a la superficie, los osos polares, la elegancia del guepardo al andar, los grandes felinos... son algunas de las muchísimas cosas de las que uno puede ser testigo en el zoológico de Múnich.

Eso sí, al acabar el día, una buena cena para recuperar fuerzas después de caminar durante horas y vivir emocionantes experiencias.