Federer sigue ahí

El suizo se adjudica el Masters 1000 de Madrid, tras vencer en la final a Rafa Nadal por 2 sets a 0 (6-4, 6-4), en 1 hora y 26 minutos

Roger Federer, en un momento del partido

Era la final soñada por los organizadores, la que tanto habían esperado durante las ediciones en que se disputaba en pista rápida, y que ha venido a hacerse realidad cuando el sintético ha sido sustituido por el polvo de arcilla. Las dos mejores raquetas del mundo se veían nuevamente las caras en una final, por vez primera en Madrid, en España. Suponía el vigésimo duelo entre ambos, con balance favorable -hasta hoy- de 13-6 para Rafa Nadal. Ahora bien, el final no sería el esperado.

Comenzaron ambos contendientes con semejantes fuerzas y ganas. Federer,  por supuesto, hacía caso omiso al cansancio de Nadal, apuntado por muchos tras el impresionante duelo ante Djokovic de la tarde anterior. Ya le pasó en Australia, y el suizo no estaba dispuesto a escuchar la misma cantinela, sabedor de que Rafa está hecho de otra pasta.

Los juegos se repartían de uno en uno, nadie se mostraba dispuesto a ceder su servicio. Hasta que uno de ellos lo hizo, y en el peor momento. Nadal perdió su quinto saque, dejando al suizo con 4-5 y la oportunidad de anotarse la primera manga. Éste no falló, y se adjudicó el set con un juego en blanco.

También comenzaría con reparto de juegos el segundo acto. Y se seguía viendo al Roger de antaño, concentrado en su cometido, sin mostrar la congoja que la sola figura de Nadal le imponía en las últimas ocasiones. De nuevo fue el primero en romper el servicio, que esta vez suponía el 2-3.

En un suspiro ponía el 2-4 Federer, dejando helados a los miles de madrileños que llenaban la Caja Mágica. El 3-4 de Nadal devolvía en cierta medida la esperanza. Entonces, un nuevo mazazo del suizo le colocaba a sólo un juego de conseguir la machada.

Con este panorama, sólo quedaba apelar a la épica. Y no se puede negar que, durante algunos instantes, llegó a verse factible una nueva remontada para el recuerdo, apenas horas después de la última. Rafa conseguía el 4-5, y en el primer servicio de Campeonato para Federer, llegó a gozar de dos bolas de break. Sin embargo, y a pesar de que la pista Central recobraba entonces todo su empuje, en esta ocasión la alegría no se quedaría en nuestro país.

El suizo levantó el juego, y se adjudicó el Masters de Madrid en su segunda bola de partido. Justo premio, para quien ha sido el mejor del mundo. Ahora es otro, Rafa Nadal, quien oficialmente, para alegría y orgullo nacional, soporta dicha etiqueta. Eso sí, que a nadie le queda ninguna duda de que Roger Federer aún no ha dicho su última palabra.

Por si fuera poco, en cuestión de días tendrá ante sí la oportunidad de aprobar su gran -y prácticamente única- asignatura pendiente. La tierra parisina de Roland Garros promete ser testigo de un nuevo hito en la historia del tenis. ¿Supondrá el quinto título consecutivo de Rafa, o verá cómo Federer consigue dejar su huella en los cuatro Grand Slams? En poco lo sabremos.