Entre polémicas y absurdeces

JUEVES 21 DE MAYO DE 2009

En uno de esos escasos cafés que la profesión nos reserva, comentábamos hoy un grupo de compañeros que la clase política no habla, y mucho menos discute, de lo que a la gente realmente le importa.

Seré muy claro. Pierde credibilidad aquel que pide algo con lo que no predica. Muchos de los que abominaban el divorcio fueron los primeros en agarrarse al nuevo derecho social; ahora, otros califican de aberración que el Gobierno quiera ampliar las garantías en relación con el aborto.

Movimientos ciudadanos orquestados no pocas veces desde otros foros e intereses sacan a las calles toda su artillería. No soy una mujer, pero creo que nadie les obliga a abortar. Quien lo quiera hacer, que lo haga; quien lo ve como un horror, que critiquen y prediquen con el ejemplo.

Porque, hasta el punto en que yo conozco el tema, éste es un Estado que no se guía por designios eclesiásticos. La política no gira en torno a los pecados. Si el año pasado nadie hablaba del aborto, ¿por qué ahora sale a relucir todo este movimiento crítico? ¿Qué puede haber cambiado?

Más polémicas: el ínclito y eterno Uribarri critica, en un gesto de caballerosidad (no te fastidia), a Joaquín Guzmán, el encargado este año de narrar las vicisitudes de Eurovisión. Partiendo de una falta de compañerismo, su entrevista concedida a "La Voz de Galicia" no tiene desperdicio.

Dice que TVE le situó en el jurado local porque "tragué con Chikilicuatre". Nadie te mandó, digo yo. ¿Delirios de grandeza? Umm, déjame pensar... Critica a Guzmán porque éste avanzó que no haría "quinielas", como Uribarri. ¿Acaso mentía y no ha hecho treinta años de futurólogo?

Otra polémica artificial: ¿alguien habla en la calle del idioma? Que si el castellano está pisoteado, que si el gallego aplastado, que si la TVG debe emitir más en castellano y no todo en gallego... y yo que pensaba que a la gente sólo nos importaba que no hubiese tanto paro...