El acierto Pellegrini

Se despejó el enigma. Ni francés, ni portugués. El técnico que entrenará al Real Madrid la temporada siguiente será chileno: Manuel Pellegrini. Después del desconcertante baile de nombres de las últimas semanas (¿qué tienen en común Wenger y Mourinho?), el hasta hoy entrenador del Villarreal será el encargado de la difícil misión de devolver al Madrid a la primera fila europea. Si hemos de creer que Wenger era la primera opción de Florentino y Valdano, es coherente que tras el no del técnico del Arsenal la opción B sea Pellegrini, un entrenador similar al francés en su concepción del juego y hasta en las formas.

(EFE)

He de confesar que en los días que, tras la negativa de Arsène Wenger, se daba casi por hecho en la prensa el fichaje del portugués Mourinho concebí en mi cabeza un texto en el que, bajo el título de ‘El error Mourinho’, desgranar las razones –futbolísticas (sobre todo) y extrafutbolísticas-  por las que pensaba que el entrenador del Inter no era el adecuado para el Real Madrid. El desvanecimiento de la opción Mourinho -¿existió interés real o fue una estrategia de Mou para arrancarle a Moratti una mejora de contrato?- me dejó contento pero sin artículo. Así que ahora que Florentino y compañía han deshojado la margarita recupero la idea y, dándole la vuelta al titular, me propongo a desglosar las razones por las que la elección de Pellegrini me parece una decisión acertada para el banquillo blanco. Es probable que dentro de unos meses tenga que tragarme mis palabras. Espero, por el bien del Madrid y del fútbol, que no sea así.

Experiencia

Leo sorprendido en algunos foros cuestionar la experiencia de Pellegrini al más alto nivel. Parece que algunos olvidan sus seis años al frente del Villarreal en los que ha alcanzado un subcampeonato y un tercer puesto por delante de equipos con presupuesto mucho mayor y plantillas más amplias y completas. También parecen olvidar las semifinales y los cuartos de final de la Champions alcanzados en los últimos años, codeándose con los grandes de Europa. Pocos entrenadores pueden presumir en el último lustro de un palmarés similar. Ninguno, en cualquier caso, dirigiendo un equipo tan humilde como el Villarrreal.

Pero es que el currículo de Pellegrini no se limita a su experiencia europea. Antes ya había entrenado en su Chile natal, Ecuador y, palabras mayores, en Argentina, donde ganó dos trofeos Clausura con San Lorenzo de Almagro y River Plate.

Estilo dentro del campo…

Sin duda, lo más destacable del técnico chileno es su innegociable apuesta por el fútbol elaborado. Demasiado tiempo llevan (llevamos) los aficionados madridistas sin disfrutar de fútbol atractivo, agravado ahora con la sangrante comparación con el actual Barça. La historia del equipo blanco le obliga no sólo a ganar, sino a hacerlo de la mano de la estética. Porque además nadie garantiza que el desprecio del balón sea garantía de éxito. La historia demuestra más bien lo contrario.

El balón es precisamente el objeto sobre el que giran los equipos entrenados por Pellegrini. El axioma principal es el mimo al esférico, que apenas se levanta del piso salvo en acciones a balón parado. Toque corto y movimientos sin balón hasta encontrar pacientemente espacios en la defensa contraria es el ABC del juego del chileno. En Villarreal siempre ha usado el típico 4-4-2, con una defensa zonal en línea, un centro del campo formado por un doble pivote, con un jugador más defensivo y otro más constructivo, y dos interiores, dejando a dos delanteros en punta de ataque.

…y fuera también

Cuentan que Pellegrini es un hombre inteligente, tranquilo, culto, educado, coherente y sensato. Cualidades todas ellas deseables (yo diría que imprescindibles) para entrenar al Real Madrid. Al técnico chileno se le puede acusar de exceso de seriedad y laconismo ante los medios, pero nunca de falta de respeto o de realizar declaraciones altisonantes, como otros entrenadores pasados u opositores. Si el Madrid quiere recuperar el prestigio y cariño perdido en los últimos tiempos tanto en España como en el mundo, necesita a un hombre del talante de Pellegrini, no a alguien cuyo carácter provoque más odios que adhesiones.

Se habla también de que puede que se vea abrumado por la prensa de Madrid, acostumbrado a la de Villarreal, mucho menor en número y en nivel de exigencia. Puede ser, pero no creo que a alguien que ha entrenado al River Plate y lidiado con la pasional y exigente prensa argentina le asuste la de la capital de España.

Carácter

Pero, cuidado, que nadie confunda su carácter tranquilo con pusilanimidad o falta de firmeza. Cuando ha tenido que tomar decisiones importantes aunque incómodas no le ha temblado el pulso. El ejemplo más patente es el tema Riquelme. Se podrían establecer paralelismos con la decisión de Guardiola de prescindir de Deco, Eto’o y Ronaldinho a principio de temporada. Claro que en ambos casos los técnicos fueron apoyados sin reservas por sus respectivas directivas. Cabe la razonable duda sobre el comportamiento de Florentino en un caso similar