Señor juez: ¿Sabe dónde está Ruanda?

"Dudo que el juez sepa donde está Ruanda". El ministro de cultura y Deporte de Ruanda, Joseph Habineza, reaccionó  de esta manera ante la investigación del juez Fernando Andreu sobre los hechos ocurridos tras el genocidio tutsi.

Exiliados de Ruanda al Zaire

¿Sabe usted dónde está Ruanda? Buena pregunta. Sin duda revela algo que suena a verdad entre nosotros los occidentales. Poca gente sabrá dónde está este minúsculo país centroafricano (una pista) más allá de las breves referencias al Genocidio de 1994 (otra pista).

El ministro de cultura y Deportes ruandés, Josep Habineza, criticó la imagen negativa española sobre su país y acusó de extralimitarse al juez Andreu. En realidad, la denuncia se aprovecha de la justicia universal -ahora en entredicho- para investigar por genocidio a 40 militares vinculados al actual gobierno del FPR. En una carta enviada  por el gobierno al juzgado se tildó al juez español de "racista, negacionista" así como de compartir los argumentos de los genocidas hutus.

En realidad, o al menos una de las realidades, es que el actual gobierno ruandés es heredero del antiguo partido-guerrilla del FPR que venció en la guerra civil durante la que se llevó a cabo el genocidio por parte del anterior gobierno hutu. En aquél momento, es conocido, murieron más de 800.00 personas. Pero lo que no suele comentarse es que no sólo fueron tutsis, sino también opositores y  moderados hutus. Las acusaciones actuales del gobierno de continuidad con el anterior grupo de refugiados de mayoría tutsi (el FPR) hacia el juez español recuerdan -más que vagamente- al discurso israelí del que tanto han aprendido los políticos tutsis. Ellos se sienten las únicas vícitimas de un genocidio, que más tarde extendió el odio hacia la República democrática del Congo con la persecución tutsi hacia los refugiados hutus (tanto a los genocidas como a los que no lo eran). Todo intento de esclarecer los hechos, de encontrar a los culpables en todos los bandos posibles es rápidamente calificado de anti-tutsi, como los israelíes hacen con cualquier crítica hacia su gobierno. El intento de  certificar la existencia de un país donde el dominio de unos pocos se impone sobre otros muchos, necesita de un discurso apropiado. En él se resalta el victimismo, se esconden los posteriores actos de terror del propio FPR y se presenta a éstos como los salvadores del país debido quizá a los cursos militares tomados por Paul Kagame en los Estados Unidos. También se olvida que han sido los títeres ruandeses los causantes de la desestabilización en la zona de los últimos años.

• Documental sobre el conflicto en los grandes lagos africanos:

La pesadilla de Darwin

• Documental sobre la huida de los hutus hacia el interior de la República Democrática del Congo (antes Zaire)

Diarios de Kisangani