¿De qué hablarán “El País Semanal” y Aído en treinta años?

Generación Salgado se llamaba el artículo de la portada del pasado domingo de El País Semanal con la Vicepresidenta Segunda a la cabeza. En él dieron cita a una serie de mujeres como ella, Ana Belén, Carmen Alborch o Beatriz Rodríguez-Salmones. Año más, año menos, en el interior se titulaba Felices 60 porque todas rondan esa edad y empezaron su vida adulta coinciendo con la Transición. Lo que las convirtió en las primeras que tuvieron acceso a la píldora, al divorcio y a trabajos reservados a los varones.

Era un reportaje interesante pero también escrito a medias. La mayoría de las que aparecían habían vivido unas circunstancias concretas que las ayudaron a “tocar la cima”, tal y como rezaba la portada. Elena Salgado, por ejemplo, reconocía que sus padres estaban especialmente preocupados en que sus hijos estudiaran una carrera, y Ana Belén protagonizó su primera película, Zampo y yo, con quince años. Fuera dejaron a esa gran masa compuesta por secretarias, maestras o enfermeras, únicas opciones profesionales si no querían ser amas de casa. Ésas que, además de separarse, no contaron con alguien que les ayudara en las tareas domésticas (y, en tal caso, era otra mujer en una situación bastante peor), que sacaron un par de críos adelante, y cuyas cabezas bailaron siempre entre las aguas de la nueva independencia y la imagen de su madre cosiendo en casa al lado de la radio. Sé bien de lo que hablo porque tengo veintisiete años y es la promoción de mi madre y las de mis amigos.

Me juego una mano a que entre Susan Boyle y los laboristas dando material para una serie de, mínimo, siete temporadas, la tercera página del Guardian de ayer pasó desapercibida. Desconozco la prioridad que estos dan a las noticias, pero la dedicaban entera a la irrupción de la mujer en una profesión tan de machotes como es la medicina: El futuro es femenino: cómo las mujeres están transformando el sistema sanitario. Para ello tomaba un estudio recién publicado por el Royal College of Physicians (el Colegio Oficial de Médicos) de Londres: en el Reino Unido alrededor del 40% son doctoras y en el 2017 el número será mayor que el de hombres.

Pero no todo era crecimiento. Jane Dacre, la presidenta, señalaba que ellas prefieren trabajar una media jornada aunque esto perjudique al desarrollo de sus carreras. De hecho, hay especialidades más femeninas como GP (General Practitioner: Médico de Atención Primaria) con un 42% y Pediatría con un 44%. El camino a los puestos altos exige sacrificios mayores empezando por un montón de horas extras que, por lo que sea, las mujeres no quieren desempeñar.

Imagino que si la miembra Aído lo escuchara (por cierto, también merece una serie, en su caso una sitcom como absoluta protagonista) se horrorizaría e impondría ipso facto una cláusula de paridad, cosa que aquí, en Gran Bretaña, desde hace mucho existe no sólo con las mujeres, que es como la paridad se desempeña verdaderamente. Además a las empresas se les exige un cupo de inmigrantes y discapacitados, norma que a pesar de que en España existe, no se cumple. En las "applications" que hay que rellenar para acceder un trabajo, existe una casilla de yes o no respecto a si tienes una minusvalía, aparte de un hueco correspondiente con tu raza y nacionalidad y no tener que decir los años para no discriminarte por ello.

Con un estudio así en España, Lucía Etxebarría ya habría escrito un artículo. Y quizá hasta con razón. Sin embargo, aquí no atufa nada a recriminación y nadie ha acusado a nadie de “chauvinist” (lingüísticamente, para ellos el machismo viene del francés, no me pregunten por qué). Simplemente se ha reflejado la realidad de un país que va treinta años por delante porque la paridad se ha llevado a cabo de verdad y no de cara a la galería, un país en el que una mujer ya acababa hace casi veinte años un mandato como Primera Ministra, un país en el que, pese a mantener esa cosa tan rancia llamada monarquía, no se rige por la aún peor Ley Sálica.

Por cierto, de esto último ni Aído ni el reportaje de El País Semanal dijeron mú.