Por encima de la ley

Dos ertzaintzas han denunciado en Antena 3 presiones por parte de sus mandos para abstenerse de actuar contra ETA y la izquierda abertzale.

Ertzaintzas en una de sus actuaciones contra la izquierda abertzale

Ahora que la Ertzaintza, acatando la orden procedente de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, llevaba en los últimos meses haciendo desaparecer de los municipios vascos todos aquellos símbolos que pudieran significar un delito de enaltecimiento del terrorismo, resulta que dos miembros del cuerpo autonómico se han despachado ante las cámaras de Antena 3, con unas declaraciones que dejan en muy mal lugar a la policía vasca.

Según los agentes en cuestión, que como es lógico, han preferido mantenerse en el anonimato, con el anterior gobierno del PNV tenían instrucciones muy precisas para abstenerse de realizar cualquier tipo de detención o intervención contra ETA y todo su entorno político. La confesión, sin dejar de sorprendernos pues era algo que se sospechaba o intuía, resulta sumamente grave y comprometedora para los nacionalistas, tanto para los que ahora siguen en la oposición como para los que se fueron después de su derrota.

Porque es más que probable que en los próximos días, Ibarretxe, tenga que volver a salir a la palestra para responder a estas embarazosas acusaciones, como lehendakari que ha sido durante las últimas legislaturas. Aunque sólo sea para tratar de anteponer su palabra contra la de los dos ertzaintzas, quienes además, para mayor escándalo, han denunciado que existe un complot contra el actual presidente del gobierno vasco, el socialista Patxi López; complot que se sustentaría en la posición política de muchos de los actuales altos mandos de la policía autonómica. Haría bien por ello Patxi López en prestar especial atención al comportamiento de la Ertzaintza bajo su mandato, y cuidar muy mucho que no exista la más mínima sombra de sospecha en ninguna de sus actuaciones.

Resulta del todo necesario y urgente que se esclarezca este asunto y que el peso de la ley (que por si alguien lo ha olvidado ha de ser igual en Extremadura, en Asturias o en el País Vasco), caiga sobre aquellos que han aprovechado su posición para proteger o amparar a los terroristas y criminales. Y para ello, es vital y obligado que el pacto que ha hecho posible por primera vez en Euskadi un gobierno no nacionalista, demuestre que cuando se trata de luchar contra el terrorismo, no tiene fisuras.