La muerte de Rayan

El error fatal del personal de enfermería del Gregorio Marañón ha provocado esta mañana la muerte de Rayan, el bebé de 15 días, cuya madre había ya fallecido días antes a causa del virus de la gripe A con el que había ingresado en el hospital de la capital de España.

Todos seguimos con cierta preocupación la historia de Dalilah, una chica marroquí de 20 años, embarazada de 28 semanas y con antecedentes de asma y que se encontraba ingresada en el Gregorio Marañón afectada por el virus Gripe A/H1N1. Durante días los medios centraron su atención en la historia de esta joven que luchaba no sólo por su vida, sino también por la del pequeño que llevaba en su vientre, y del que no se sabía tan siquiera, si nacería afectado con el virus de la nueva gripe.

Días después de su ingreso, los médicos que la atendían, ante el empeoramiento de la madre, decidían provocar el parto. De este modo, Dalilah daba luz por cesárea a un niño, de nombre Rayan, y que según las fuentes hospitalarias que la atendieron en el parto se encontraba en buen estado de salud y fuera de peligro, a falta de los análisis posteriores que habrían de determinar si el bebé era portador del virus que en esos momentos amenazaba con acabar con la vida de su madre.

Sin embargo, no pudo haber final feliz para la madre, quien ante la desesperación de Mohamed El Huarachi , su marido, fallecía después de quince días ingresada, oficialmente a causa de complicaciones respiratorias.

Fue entonces cuando Mohamed acusó abiertamente a los médicos del hospital Gregorio Marañón de negligencia asegurando que su mujer no era asmática. No descartaba por ello demandarles aunque primero quería tomarse un tiempo para valorarlo con los abogados que pudiera encontrar, una vez regresara a su país para los funerales de Dalilah.

Poco podía imaginar entonces el pobre desgraciado que la demanda habrá de ser doble. Cuando todavía celebrábamos la noticia de que Rayan no tenía el virus de la nueva gripe, hoy nos hemos sobrecogido al conocer su fallecimiento por una increíble negligencia por parte del personal que le atendía en la UCI pediátrica donde se encontraba ingresado desde su nacimiento.

El propio gerente del hospital, Antonio Barba, en rueda de prensa explicó la naturaleza del error: el personal de enfermería habría confundido anoche "la vía de administración de una fórmula láctea específica para niños prematuros introduciéndola en vena, cuando debía ir por la vía nasogástrica". A pesar de los esfuerzos durante horas por remediar el fatal error una vez descubierto éste, fue del todo imposible salvar la vida del pequeño.

Cuando sucede algo así, se mezclan siempre los sentimientos de rabia, indignación, frustración y diría que hasta de venganza en el caso de los familiares más directos de la víctima. Estos sentimientos no hacen sino aumentar cuando encima se ha de tragar con declaraciones y comentarios como los proferidos esta misma tarde por ADSPM (Asociación para la Defensa de la Sanidad pública de Madrid ) y sindicatos, al pedir prudencia e investigar la muerte del bebé de Dalilah antes de hablar de negligencia. Concretamente UGT Y CCOO se han atrevido a calificar de “imprudentes” las declaraciones de Barba.

Por otro lado, esta tarde se ha sabido que dos enfermeros o enfermeras habrían sido ya apartados del servicio en el Hospital Gregorio Marañón. Se ha escuchado también algún comentario mal intencionado dudando sobre si este apartamiento habría sido igual de fulminante en el caso de tratarse de médicos en lugar de personal de enfermería.

¿Qué quieren que les diga? A mí todo esto me sobra. Lo que me queda dentro es que un niño que luchó con toda la fuerza que su diminuto cuerpo le permitía, al final ha muerto por un error de adultos que se suponen profesionales. Los sindicatos, el ADSPM y cualquier político de tres al cuarto deberían pararse a pensar un instante en lo que debe ahora mismo estar pasando Mohamed y toda su familia antes de hacer gala de su habitual corporativismo, politiqueo retrógado, y defensa a ultranza del trabajador. Porque, ¿quién se encargaba de defender los derechos de Rayan? Quizás el error de Mohamed fue no afiliarle nada más nacer.