Llegó la hora del Libro Electrónico

--- El reciente desarrollo del libro electrónico representa una necesaria adaptación tecnológica del mundo editorial. En muy poco tiempo, y luego de sucesivas frustraciones, hemos visto aparecer decenas de dispositivos de lectura digital, distintas alianzas por parte de las principales cadenas de librerías, estrategias diversas y escándalos de todo tipo.

Sin dudas, el mercado del libro cambiará la forma de leer en los próximos años. 

El desarrollo de la tecnología está cambiando otra industria. El mercado del libro electrónico se encuentra en pleno desarrollo, en muy poco tiempo, hemos visto aparecer diferentes tipos de dispositivos electrónicos de lectura digital, de diferentes compañías, con diferentes enfoques, con alianzas de todo tipo, con estratégias distintas y hasta con batallas por los diferentes formatos utilizados para crear y publicar libros electrónicos.

Lo más importante es entender hasta que punto el mercado editorial, desde los propios escritores a los libreros, pasando por editores e impresores, está siguiendo una trayectoria similar a la que el mercado de la música tomó. Sin embargo, muchos ya están tomando distintas posiciones para el cambio que se avecina en el sector con la inminente llegada de los dispositivos de lectura o "e-readers".

Durante mucho tiempo, el mercado del libro permaneció sin grandes cambios, sí podrían encontrarse en Internet miles de libros generalmente gratuitos tanto legales - por haber caducado sus derechos de autor - como ilegales, pero su uso era sumamente incómodo y totalmente marginal. Por suerte, para la industria del libro, la lectura en una pantalla cansa, por lo que no se ha generalizado la lectura de libros electrónicos.

Pero con la aparición y divulgación de decenas de nuevos dispositivos de lectura (la llegada a finales del 2007 del Kindle de Amazon, el Sony Reader, Papyre, Jetbook o más recientemente hasta El Corte Inglés con Inves) pueden hacer que esto cambie. Eliminando el cansancio que produce la lectura en la pantalla y superando la durabilidad de una batería, ningún libro podrá competir con su par electrónico, de mismo tamaño y peso, pero que en su interior cuenta con una enorme variedad de posibilidades.

Para los próximos años se esperan más innovaciones en el terreno de la lectura digital, ya se encuentran en pleno proceso de fabricación algunos prototipos que permitirán la inclusión de pantallas en color, imágenes animadas en los textos, así como también extender sus posibilidades con la aplicación de vídeos, audio y enlaces con Internet. Pero: ¿Seguimos hablando de lectura con la llegada de este tipo de dispositivo?. Al parecer, no.

A medida que el mercado avanza y las diferentes compañías electrónicas van generando distintos dispositivos y propuestas cada vez más tentadoras para el público en general, nos acercamos a un punto de inflexión en la industria del libro. Por un lado, la industria del libro parece abocada a cometer los mismos errores que cometió en su día la industria discográfica.

Resulta sorprendente la indecisión con la que están actuando las editoriales y distribuidoras más importantes. Por el contrario, parecen abocadas a cometer el mismo error en el que se obcecaron las discográficas, por lo que inevitablemente poco a poco veremos como este amplio sector, que da trabajo a miles de personas desde escritores,a libreros pasando por editores e impresores, se reducirá.

Por otro, la experiencia de leer un libro electrónico ofrece ventajas respecto al libro tradicional: facilita su uso, portabilidad y búsqueda. Sumado a los acuerdos que los fabricantes de dispositivos llegan con los proveedores de contenidos aprovechando las oportunidades que el nuevo sistema presenta, conforma un nuevo escenario en el sector del libro.

En un futuro próximo, con la masificación de este tipo de producto electrónico de lectura, una de las más claras ventajas que planteará será el resultado en la disminución en la tala de árboles para la producción del papel. Por este motivo, entre los defensores de este tipo de dispositivos se encuentran varios grupos ecologistas.

Lo cierto es, que el desarrollo del libro electrónico, representa una alternativa ideal para aquellas personas que tienen un gran hábito de lectura, que no quieren cargar con libros pesados, estudiantes que manejan mucha información académica e incluso para aquellos a los que le resulta incómoda la pequeña tipografía de las ediciones impresas.

¿Se seguirán vendiendo libros impresos? Desde luego que sí. El negocio de las editoriales como tal no peligra por la irrupción del libro electrónico, más bien, los editores y generadores de contenidos tienen por delante la enorme tarea de encontrar el "modelo de negocio" que sustentará a la nueva herramienta. La vieja estructura de negocio actual, esta condenada a desaparecer con los cambios tecnológicos.

¿El libro de papel seguirá siendo la principal forma de leer libros?. Desde luego que no. Este último año, casi diría en los últimos meses, la explosión en el desarrollo del mercado del libro electrónico ha sido excepcional, la aparición de decenas de nuevos dispositivos de lectura o e-readers, obligará a la industria a posicionarse, pues el mundo digital cambiará las reglas que hasta hoy gobernaban el mundo del libro.

Para los nostálgicos de los libros físicos, que aprecian más el olor del papel, su tacto y el amarillear de sus hojas, a veces hasta superar el valor del mismo texto que se supone está leyendo, supone un cambio radical, que a pesar de brindar al libro las características más avanzadas que lo dotarán de infinitas posibilidades y, que lo harán mucho más cómodo y transportable, un cambio que seguramente no estarán dispuestos a dar.

Pero aquellos defensores del viejo romanticismo pueden quedarse tranquilos, sí bien la presencia del papel irá disminuyendo a favor del contenido digital, no desaparecerá. El libro digital no reemplazará por completo al de papel, coexistiendo cada uno tendrá su propio canal, mercado y modelo de negocio. Lo que es indudable, es que más tarde o temprano, el cambio del libro de papel hacia uno electrónico llegará.

Para los autores, la llegada del libro electrónico representa la posibilidad de prescindir de intermediarios, ya no será necesario contar con una editorial que realice la impresión y distribución de una obra, el autor podrá publicar su obra directamente en Internet y venderla sobre el modelo de negocios que prefiera con una estructura de precios adecuada.

Para las editoriales, el futuro representa innovación. El seleccionar, producir, distribuir y promocionar una obra como se hacía hasta hoy será cosa del pasado. La industria del libro deberá diseñar una nueva estructura de negocios con márgenes menos rentables pero más razonables con un multiformato y no fiandose de la tecnología del DRM como la solución a sus problemas al vender por Internet.

Este nuevo mercado abre nuevas posibilidades de negocio, desde la aplicación de tarifas planas mensuales hasta la posibilidad de desarrollar un mercado digital del tipo iTunes para que se pueda vender/comprar parte o la totalidad de un libro, sin la necesidad de contar en ese momento con un ordenador, sino desde el mismo dispositivo.

Y para ti, “¿libro de papel o libro electrónico?”.