A grosso modo

Los padres afirman que sus hijos son una de las cosas más importantes en sus vidas, si no la más importante. ¿Qué pasa cuándo te esfuerzas día a día por conservar esa relación y poco a poco vas cayendo en la rutina? Un matrimonio estable y prolongado en el tiempo tiene un efecto positivo sobre la salud de las personas.

Estar casado

La satisfacción vital aumenta con el tamaño de la familia

Investigado por Esteban Salazar Herrera

¿Desea ser una pareja felizmente casada? Considere tener hijos. Un estudio reciente encontró que tener hijos aumenta la felicidad. Y, literalmente, mientras más, mejor.
Pero las parejas no casadas no deben esperar encontrar una mayor felicidad al criar hijos.
El estudio sugiere que tener hijos tiene poco o ningún efecto sobre el aumento de la felicidad entre parejas que no han contraído matrimonio.

Lo más importante de la vida. Los hallazgos contradicen investigaciones anteriores que sugieren que tener más hijos no lleva a mayor felicidad y podría incluso provocar que la gente se sienta menos satisfecha con su vida.
Una teoría tras la conclusión es que los padres no reciben tantas recompensas a cambio de la dura labor de criar hijos.
Sin embargo, el estudio reciente anota que los padres afirman que sus hijos son una de las cosas más importantes en sus vidas, si no la más importante.

Mientras más, mejor. El estudio encontró que la satisfacción vital de la gente casada, sobre todo las mujeres, aumenta mientras más hijos tienen.
Las personas solteras, separadas o que cohabitan, al contrario, reportan experiencias negativas.
"La tentación es proponer que los hijos mejoran la vida de la gente bajo las 'condiciones correctas', en un momento de la vida en que la gente siente estar lista, o al menos dispuesta, a convertirse en padres", afirmó el editor de la revista Journal of Happiness Studies, el Dr. Luis Angeles, de la Universidad de Glasgow en Escocia.
"Ese momento puede llegar en muy distintas épocas de la vida para distintos individuos, pero una señal probable de que se acerca podría bien ser el matrimonio".

Algunos famosos. Aunque no para todos es igual. En una reciente entrevista con la revista norteamericana GQ, la actriz australiana Nikole Kidman reveló haber explorado raros fetiches sexuales durante su matrimonio con Tom Cruise, aunque no dio detalles.
Calificó como "intrincado" su matrimonio con Tom Cruise y dijo que estar casada es "mundano", prefiriendo la relación "cruda y "peligrosa" que tiene con su actual pareja.
Actualmente,Kidman vive en Nashville con su nuevo marido, el cantante country Keith Urban, con quien tuvo a su primera hija biológica, Sunday Rose.
"Exploré la obsesión, las pérdidas y el amor en tiempos de dolor; exploré fetiches sexuales raros, y con el aspecto mundano del matrimonio y de la monogamia", declaró Kidman.
Meses antes de cumplir diez años de casada, Kidman recibió el pedido de divorcio por parte de Cruise.

Se vuelve rutina. Ahora bien, Natt, una española que tan solo le gusta escribir lo que siente, dice que día tras día millones de parejas se conocen, se van a vivir juntos, se comprometen, se casan.
Pero al igual otras miles discuten, se enfadan, se separan o se divorcian.
Puede haber infinidad de motivos o simplemente ninguno, se acaba y a otra cosa mariposa.
Pero ¿qué pasa cuándo te esfuerzas día a día por conservar esa relación y poco a poco vas cayendo en la rutina?
¿Por qué tendemos a hacer eso?
Al principio todo es ilusión, nervios, mariposas en el estómago, mil sentimientos que afloran cuando ves a esa persona.
Pasan los meses, vas haciendo planes, mirando en dirección al futuro, ilusionandote por cada cosa que te dice.

Pasan los años. Pero siguen pasando más meses y entonces es cuando te das cuenta de que nada es como antes, que esas mariposas rara vez aparecen, que los "te quiero" no tienen el mismo significado ni valor que la primera vez.
Y es cuando te planteas muchas cosas, cambiar de actitud y luchar por la pareja o simplemente dejarte llevar por esa dejadez que cada vez va a más.

Vale la pena luchar. Dicen que solo los valientes siguen luchando a pesar de tener la batalla perdida, yo quiero ser valiente y prometo serlo el resto de mis días, porque, a pesar de todo, mi lucha merece la pena.

Beneficioso para la salud. Según Alejandra Godoy Haeberle, se publicó en El Mercurio los resultados de una investigación acerca de los beneficios para la salud de haber llevado un matrimonio estable y prolongado en el tiempo.
Sin embargo, no se mencionan las diferencias por género.
«Recuerdo que una de las conclusiones que más me impactaron del estudio realizado a finales de los años setenta fue, justamente, que el matrimonio afectaba mucho más positivamente la salud de los hombres que de las mujeres».

Efecto positivo. Un escrito de Cristián González, afirma que un matrimonio estable y prolongado en el tiempo tiene un efecto positivo sobre la salud de las personas.
En cambio, el divorcio tiene un impacto perjudicial y crónico, que se manifiesta incluso después de que la persona vuelva a casarse.
Así lo refleja un estudio hecho en Estados Unidos entre 8.652 personas de 51 a 61 años publicado en la revista Journal of Health and Social Behaviour.
"Si imaginamos que la salud es como una cuenta en el banco, el matrimonio es un mecanismo de ahorro. Pero el divorcio es un período de gastos muy altos", explica la socióloga Linda Waite, de la Universidad de Chicago y coautora del estudio junto a Mary Elizabeth Hughes, de la Universidad Johns Hopkins.

Los divorciados. Los resultados del estudio mostraron que los divorciados tienen un 20% más de enfermedades crónicas, como alteraciones cardíacas, diabetes o cáncer, en comparación con las personas casadas.
También tienen un 23% más de limitaciones en la movilidad, como problemas para subir escaleras o caminar cuatro cuadras.

Colchón protector. Estos efectos son similares a los encontrados en personas viudas, por lo que los investigadores estiman que el divorcio opera como un evento traumático en la vida de la persona.
Según las autoras, el sufrimiento que provoca la pérdida de un cónyuge (ya sea por divorcio o viudez) puede causar un estrés enorme, por meses o años, que daña el sistema circulatorio y la inmunidad.
Además, la persona tiende a olvidarse del cuidado de su salud. "Llegamos a la conclusión de que el término de un matrimonio es un acontecimiento extremadamente estresante", dice Waite.
Con aquella opinión concuerda la psicóloga chilena y terapeuta de parejas Susana Ifland, quien estima que la estabilidad y la seguridad que brinda un matrimonio bien avenido son un "colchón protector" frente al estrés.
"Lo que hace el estrés es bajar las defensas, dejando al organismo propenso a desarrollar cualquier enfermedad".
Este daño permanece en el tiempo, aun cuando la persona vuelva a tener una vida feliz.

Volver a casarse. De hecho, volver a casarse reduce, pero no elimina totalmente el daño. "Casarse de nuevo vuelve a poner a la persona en una trayectoria saludable, pero desde un punto más bajo", agrega Waite.
El impacto en la salud emocional es más inmediato, como ocurre con problemas como angustia o depresión, que responden a cambios en las condiciones actuales de vida.
En cambio, problemas como diabetes o enfermedades cardiovasculares se desarrollan de manera más lenta y son reflejo de experiencias pasadas.
En el estudio, cerca del 20% de los participantes estaba casado por segunda vez y alrededor del 22% estuvo previamente casado y ahora estaba solo.
Según señala Waite, los impactos del matrimonio, divorcio y nuevo matrimonio sobre la salud están basados en la forma en la que se desarrollan y curan las diversas enfermedades.

No es fácil. ¿Estar casado, que es realmente?, esta es una pregunta que se hacen muchos y que la Cuchufleta se anima a contestar:
Para una minoría, a los que no les ha salido bien, por los motivos que sea, es como una prisión, un mal sueño, del que por suerte han salido ya, y que no tienen intención de volver a repetir jamás.
La vida de casado evidentemente no siempre es fácil, te has de adaptar a los gustos, los caprichos, las manías y las rarezas de otra persona, y unos días tienes más ganas que otros de aguantar o disfrutar.
Dicen que cada tres minutos se separa una pareja en España, me falta averiguar cada cuanto se casa otra, porque está claro que si se divorcian es que antes se han casado.
Cuando yo tenía 20 años, estaba de moda irse a vivir con la pareja y no pasar por la vicaría, en aquella época el que se casaba o estaba tarado, o era porque llevaba bombo, en la mayoría de las ocasiones.

Es positivo. Mi experiencia después de 17 años es positiva, con lo bueno y con lo malo, porque de todo se aprende.
Siempre tuve el ejemplo de mis abuelos, estuvieron juntos 63 años, ya se que eran otros tiempos, pero es que siempre los recuerdo felices y alegres con su vida en común, y os puedo asegurar que con 6 hijos y viviendo en el campo no tuvieron una vida nada fácil.
Por otro lado veo a mis padres, ya han cumplido 41 años de casados, aunque se conocen de toda la vida.

Subidas y bajadas. Mi bisabuela paterna era la comadrona del pueblo y asistió a mi abuela en el parto de mi madre, y mi padre estaba con ella de miranda, así que realmente llevan juntos 62 años.
Han tenido una vida plena, también con subidas y bajadas como una montaña rusa, pero felices a fin de cuentas.

No se paga con nada. A mi me gustaría ser como ellos.
Dicen que no hay amor que 100 años dure, pero bueno, nosotros tampoco los vamos a durar.
A todos aquellos que no se deciden a dar el paso, animo a que lo hagan, ya que levantarte cada mañana al lado de la persona que quieres, no se paga con nada.