Bush ofrece una cena de Estado al presidente Sarkozy en la Casa Blanca

Washington.-  El presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, fue esta noche el invitado de honor en una cena de Estado que le ofreció su homólogo estadounidense, George W. Bush, en la Casa Blanca.

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(EFE)

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush (d), y la primera dama de esa nación, Laura Bush (c), reciben al presidente de Francia, Nicolas Sarkozy (i), en el Pórtico Norte de la Casa Blanca, en Washington.

Sarkozy y Bush paladearon algunos manjares como "bisqué" de langosta de Maine, crema de Vermout, cordero Elíseo, ragú de judías verdes y setas con cebollines acaramelados, regado con mostos HDV Chardonnay "Carneros" cosecha 2004 y Dominus "Napa Valley" del mismo año.

La ensalada fue de espárragos blancos y verdes y yerbas, todo ello aderezado con vinagreta blanca balsámica.

En la cena había más de cien invitados, incluyendo el vicepresidente de EE.UU., Dick Cheney, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, representantes del estado de Luisiana, empresarios, legisladores, miembros del poder judicial y deportistas.

La cena fue el primer acto de una visita de 26 horas del presidente francés que mañana hablará ante el Congreso en lo que constituye un hito histórico del acercamiento entre ambos países desde los desacuerdos causados por la intervención de Estados Unidos en Irak en 2003.

Antes de llegar al Congreso, Sarkozy y Bush visitarán Mount Vernon, la casa de George Washington, el primer presidente de Estados Unidos, a unos 50 kilómetros de Washington y en el vecino estado de Virginia.

Esa visita evocará la alianza de ambos países en el último siglo y recordará el apoyo francés a Estados Unidos durante la revolución que terminó con la independencia de este país a fines del siglo XVIII.

Pero, más que esos actos simbólicos, la visita de Sarkozy resalta el hecho de que ambos países han dejado atrás las divergencias por el problema de Irak.

Ahora, según los expertos, ambos presidentes están haciendo hincapié en lo que los une, como su rechazo a que Irán desarrolle armas nucleares y su respaldo a resoluciones de Naciones Unidas sobre la soberanía libanesa.

Incluso antes de ser elegido este año, Sarkozy reveló su intención de contribuir a un mejoramiento de las relaciones entre ambos países.

"Nunca entendí por qué tenemos que luchar contra Estados Unidos", señaló en una ocasión al referirse a los desacuerdos de su antecesor, Jacques Chirac, y el presidente Bush por la guerra en Irak.

Sarkozy recordó que en el siglo pasado los europeos debieron enfrentar "dos guerras abominables y vuestros padres nos vinieron a ayudar".