Varios alcaldes piden un referéndum sobre si se divide el distrito electoral de Bruselas

Bruselas.-  Los alcaldes de Bruselas y de seis municipios flamencos que disfrutan de un marco legal especial que protege el uso del francés pidieron hoy un referéndum sobre su eventual salida de Flandes en caso de que se divida el distrito electoral de Bruselas-Halle-Vilvoorde (BHV).

En la consulta popular, cuyo resultado debería ser vinculante, los residentes tendrían que pronunciarse sobre si quieren seguir perteneciendo a la región de Flandes o adherirse a la vecina región-capital de Bruselas, la única en Bélgica con estatuto bilingüe, según informó la agencia Belga.

Pese a pertenecer a Flandes, la mayoría de la población de estos municipios periféricos es francófona, por lo que disfrutan de las llamadas "facilidades" lingüísticas, que amplían las posibilidades del uso del francés frente a la lengua oficial de la región, que es el neerlandés.

La división del distrito electoral de BHV fue aprobada hoy por los partidos flamencos en la Comisión de Asuntos Interiores de la Cámara de Diputados, en contra de la voluntad de los francófonos, que lo consideran una imposición inaceptable.

La escisión de este distrito, que ahora engloba a la capital y a los distritos flamencos de Halle y Vilvoorde, tendría como consecuencia que los francófonos que viven en estas dos áreas ya no podrían votar por candidatos francófonos ni acceder a la Justicia en francés.

Los políticos flamencos habían lanzado un ultimátum para que hubiera hoy un "principio de solución" para este asunto, pero los francófonos rechazaron anoche una propuesta del formador de Gobierno, el democristiano flamenco Yves Leterme, y por eso procedieron hoy al voto de las ocho proposiciones de ley que determinan la escisión de BHV.

La propuesta de Leterme incluía, entre otras cosas, la posibilidad de que los habitantes de los "municipios con facilidades" puedan votar por candidatos de su idioma en la capital y de que el Gobierno de la Comunidad Francófona pueda invertir allí en bibliotecas y escuelas francófonas, a pesar de ser esto una competencia exclusiva de la Comunidad Flamenca.

Los 25 alcaldes aprovecharon la ocasión y el voto sobre BHV para acusar a las autoridades flamencas, en cuyo territorio se encuentran los "municipios con facilidades", de querer socavar las ventajas que en la actualidad se otorgan a los habitantes francófonos de Wemmel, Drogenbos, Linkebeek, Sint-Genesius-Rode, Kraainem y Wezembeek-Oppem.

Esta actitud impediría, siempre según dichos alcaldes, el buen funcionamiento y la gestión de sus localidades.

Dieron como ejemplo el hecho de que desde las elecciones locales de octubre del año pasado aún no han sido nombrados cuatro de los seis alcaldes de los "municipios con facilidades" por el ministro flamenco de Asuntos Interiores, Marino Keulen.

Éste alega que no puede hacerlo mientras el gobernador de la provincia no haya cerrado su investigación sobre el envío por los cuatro alcaldes de convocatorias electorales en francés, lo que está prohibido en territorio flamenco.

En el sistema belga, los flamencos de Flandes votan a sus partidos y los francófonos de Valonia a los suyos, y sólo en la capital, Bruselas, el elector puede optar, a la hora de registrarse en el censo, por las listas flamencas o francófonas.

El distrito electoral de BHV es el único que no respeta esta frontera lingüística ni los límites de las provincias. En los municipios flamencos de Halle y Vilvoorde se pueden presentar tanto candidatos flamencos como francófonos a las elecciones.