Sube a ocho la cifra de muertos en un pueblo mexicano arrasado por una ola de lodo

Tuxtla Gutiérrez (México).-  El número de fallecidos en el estado de Chiapas, de mayoría indígena y ubicado en el sureste mexicano, aumentó a ocho después de que una ola de lodo generada por el derrumbe de un cerro sobre un río arrasó con un pueblo ribereño, informó hoy el gobierno local.

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(EFE)

Los últimos cuatro cadáveres encontrados anoche en la comunidad Juan del Grijalva corresponden a los de tres hombres mayores y una adolescente, los cuales ya fueron identificados por sus familiares.

Los últimos cuatro cadáveres encontrados anoche en la comunidad Juan del Grijalva corresponden a los de tres hombres mayores y una adolescente, los cuales ya fueron identificados por sus familiares, indicó el gobierno de Chiapas en un comunicado.

Una brigada de buzos que realizaba tareas de búsqueda de fallecidos en el río Grijalva localizó los cuerpos, señaló la nota.

Las cuatro víctimas fueron identificadas por sus familiares como Lorenzo López Herrera, de 75 años; Rodeli Ruiz Ramírez, de 19 años; Genaro Sánchez Ramírez, de 74 años; y Crispín Hernández Castro, de quien se desconoce la edad exacta.

Hasta el momento suman ocho las víctimas mortales por este siniestro que tuvo lugar en una región del país que resintió el efecto de fuertes lluvias hace dos semanas.

Estas precipitaciones contribuyeron también a la inundación de más de tres cuartas partes del territorio del vecino estado de Tabasco, donde al menos un millón de personas resultaron damnificadas.

Entre los muertos confirmados en el poblado de Juan del Grijalva se cuentan dos mujeres y seis hombres, después de que la noche del domingo pasado el cerro La Pera se desgajó sobre el río Grijalva provocando una ola similar a un "tsunami" que devastó en su totalidad a la comunidad.

El saldo preliminar es de medio centenar de viviendas arrasadas y trescientas personas damnificadas.

El gobierno de Chiapas precisó que continuarán las labores de búsqueda de los desaparecidos que pudieron haber sido arrastrados por la corriente, de acuerdo con versiones de los lugareños.