Cuatro películas muestran la diversidad cinematográfica bajo una identidad común en Trieste

Trieste (Italia).-  Cuatro películas completamente diferentes mostraron hoy en Trieste la rica diversidad cinematográfica que tiene América Latina, sujeta, no obstante, a una "identidad común", según dijo a Efe el presidente del jurado, el director chileno Miguel Littin.

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(EFE)

La memoria del Festival de Cine Latino Americano de Trieste, un archivo con las casi diez mil películas que han pasado en sus 22 ediciones, corre el riesgo de sufrir una amnesia debido al deterioro del celuloide. . En la imagen, una máquina de proyección de películas de 35 mm.

Las cuatro películas, que han puesto fin a la sección concurso del Festival de Trieste, son el documental "Cocalero", de Alejandro Landes; y los filmes de ficción "Tendida mirando las estrellas", del chileno Andre Racz; "Suspiros del corazón", del argentino Enrique Gabriel, y "O cheiro do ralo", del brasileño Heitor Dalia.

"Cocalero" enseña el surgimiento del partido del Movimiento Al Socialismo (MAS) en Bolivia y el ascenso de Evo Morales a presidente del país, mediante una larga filmación del movimiento indígena y de las elecciones que dieron el poder a su líder.

El documental recoge numerosos testimonios de defensores y de críticos de Morales y cuenta con imágenes tanto de su vida política como de la cotidiana, en muchas ocasiones unida la una a la otra.

Este trabajo muestra ya en sí mismo la diversidad de la región unida por sus lazos de identidad común, al tratarse de una coproducción argentino boliviana, dirigida por Landes, un ecuatobrasileño que ha estudiado en los Estados Unidos.

Una identidad común en la que también ha participado España en la coproducción de la argentina "Suspiros del corazón", una de las tres cintas en concurso que cuentan con dinero de ese país, junto con la brasileño-cubana "El cayo de la muerte", de Wolney Oliveira, y la uruguayo-argentina "La cáscara", de Carlos Ameglio.

"Suspiros del corazón" es una comedia en la que un tiburón de las finanzas en España, interpretado por Roger Coma, renuncia al dinero por el amor de una mujer especial, María Duplaa, que forma parte de una deliciosa familia de locos utópicos.

Un película que nace del objetivo de entretener sin dejar de tener una más sencilla, pero efectiva, moraleja.

Otra comedia, con tintes surrealistas y dramáticos, es la brasileña "O cheiro do ralo", más complicada por su simbolismo, pero en la que el dinero sigue siendo el amo de las voluntades humanas.

La historia cuenta la vida de Lorenzo, a quien da vida Selton Mello, propietario de un bazar que compra todo tipo de objetos.

Lorenzo usa el dinero para descubrir el carácter de sus clientes, mientras él revela el suyo a través de las compras, la obsesión por el trasero de una camarera y el fétido olor del desagüe de su cuarto de baño.

La última de las películas, "Tendida mirando las estrellas", es en cambio un drama chileno en el que Nieves, interpretada por Paulina Urrutia, muestra su vida en la cárcel, rodeada por una sociedad marginada, donde el afecto de las compañeras y el amor filial son los únicos valores seguros.

La película trata de reflejar el Chile desorientado de la época de la transición, tras la dictadura de Augusto Pinochet.

A juicio de Littin, las cuatro películas, al igual que las otras diez que han pasado por la sección concurso, muestran la gran diversidad cinematográfica de Latinoamérica, pero también una "identidad común".

Ese lazo común es la relación que se establece entre el poder y los oprimidos y la forma en que cada realizador y cada sociedad lo intenta resolver.

"Hay señas de identidad común como, por ejemplo, la dominación del poder sobre los seres humanos", explicó Littin.