Los líderes cumplen un sueño

Santiago de Chile.-  Dicen que no se puede abandonar este mundo sin plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro.

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(EFE)

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, planta este viernes un árbol durante la inauguración del "Parque Iberoamericano", en el Cerro San Cristóbal de Santiago, en el marco de la Cumbre.

El dicho añade que una vez logrados los tres sueños, el ciudadano ya puede descansar.

Si hay que hacer caso a las tradiciones, los Jefes de Estado y de Gobierno de la comunidad iberoamericana dieron hoy un paso trascendental en sus vidas al plantar un árbol nativo chileno.

Los mandatarios echaron mano de una pala y arrojaron tierra en el árbol que les tocaba plantar en el "Parque Metropolitano" de Santiago de Chile, que abarca las laderas y cumbre del cerro San Cristóbal, uno de los "pulmones verdes" de esta ciudad de 6,2 millones de habitantes.

Los organizadores de la cumbre no informaron sobre el criterio empleado para seleccionar el árbol que correspondía a cada presidente. ¿Tenía que ver con su personalidad? ¿Aludía a una connotación especial de su país?.

Seguramente los árboles fueron seleccionados al azar por los responsables del Parque Metropolitana, cuyo objetivo con esta acción ecológica es que alcancen un tamaño mediano, de cara a la celebración, el año 2010, del bicentenario de la independencia de Chile.

Pero a la vista de lo que está ocurriendo en esta XVII Cumbre Iberoamericana se pueden señalar algunas curiosas coincidencias.

La mandataria chilena Michelle Bachelet, como anfitriona, plantó un canelo, especie sagrada del pueblo mapuche, a cuya sombra se concertaban los tratados importantes. Su rama, además, constituye símbolo de paz.

Paz es precisamente lo que necesita el conflicto que enfrenta a Argentina y Uruguay, en cuya frontera común los ánimos están muy soliviantados a causa de la construcción de una planta de celulosa en el segundo de los dos países.

El conflicto cayó de improviso en la primera sesión de la Cumbre Iberoamericana cuando el presidente argentino, Néstor Kirchner, y el uruguayo, Tabaré Vázquez, pusieron de manifiesto su enfrentamiento en este caso, en el que el Rey Juan Carlos ejerce la tarea de "facilitador", un término diplomático para no tener que mencionar "mediador".

Posteriormente, y según fuentes argentinas, los dos mandatarios tuvieron un breve y áspero intercambio de opiniones, después de que Vázquez abordará a Kirchner con la intención de darle explicaciones, que el presidente argentino aparentemente rechazó.

Las mismas fuentes afirmaron que Kirchner llegó a decir a su colega uruguayo que con la forma en que decidieron comenzar hoy el funcionamiento de la planta "apuñalaron" a Argentina.

Mientras plantaba el canelo, Bachelet sin duda pensaba en cuán necesarias eran sus ramas para traer la paz a la frontera argentino-uruguaya.

El rey Juan Carlos también pudo meditar algo parecido mientras plantaba una palma chilena, que produce un aceite de excelente calidad y que vendría muy bien para olear las fricciones entre Argentina y Uruguay.

El monarca español asumió hace un año la solicitud de Argentina para "facilitar" un acuerdo que, por el momento, parece más lejano que nunca.

La corteza de la palma chilena esta cubierta con las cicatrices de hojas pasadas y el rey español confía en que no se le añada una herida más por la crisis entre Argentina y Uruguay.

El colombiano Alvaro Uribe plantó un mañío, cuyas hojas punzantes pudieron recordarle su dura lucha por erradicar el terrorismo en su país, mientras al venezolano Hugo Chávez le tocó un olivillo, tal vez un recuerdo de la etapa de militar en que lució uniforme del color verde oliva.