Anciano hispano de 96 años prefiere seguir en la cárcel

Denver (EE.UU.).-  El recluso más anciano en el sistema penitenciario de Colorado (EE.UU.), el hispano José Martínez, prefiere seguir encarcelado a quedar en libertad, porque carece de recursos económicos para vivir fuera de la cárcel.

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(EFE)

El hispano José Martínez, el recluso más anciano en el sistema penitenciario de Colorado (EE.UU.), prefiere seguir encarcelado a quedar en libertad.

Martínez, de 96 años, cumple desde agosto de 2004 una condena de seis años por conducta inapropiada con una menor de edad en el Centro Correccional Fort Lyons, en la ciudad de Las Animas, en el sureste de Colorado.

En una entrevista con el canal de televisión Fox31 de Denver, Martínez reveló que el próximo 2 de diciembre un comité de libertad condicional determinará si debe cumplir la condena completa, con lo cual quedaría libre cuando tenga 98 años de edad, o si será excarcelado antes de 2009.

Además de la edad, el comité tendrá en cuenta la salud de Martínez, los detalles del crimen, sus antecedentes penales, su conducta dentro de la cárcel, su participación en programas rehabilitación y sus posibilidades de vivir una vida independiente una vez que quede en libertad.

Pero el reo afirmó que le gustaría permanecer en la cárcel.

"La vida aquí no es tan dura y no me siento mal en absoluto (...) Le pido al Señor que me cuide y si él quiere llevarme yo ya estoy listo", comentó.

Una tercera opción, dijo en tono de broma, sería que lo envíen a México.

Explicó que nació en Oklahoma, se crió en Nuevo México y desde su juventud vive en Colorado, donde trabajó en labores agrícolas cerca de Denver hasta jubilarse.

Su esposa y dos de sus hijos ya fallecieron y ninguno de sus otros familiares, incluyendo otro hijo y tres hijas, le visitan ni mantienen contacto con él, ni siquiera por medio de cartas.

Martínez reconoció que él no vivió una vida ejemplar, ya que tuvo su primer arresto en 1953. En 1984 fue condenado a cuatro años de libertad condicional por asalto en segundo grado y en 1994 recibió un sentencia de ocho años por conducta inapropiada con una menor.

Vive en el pabellón médico de la cárcel, donde comparte el dormitorio con otros 25 reclusos. Por su condición de salud, que, aunque buena para su edad, necesita atención constante por lo que está bajo observación médica permanente.

Como parte de las actividades diarias, Martínez realiza ejercicios físicos moderados, especialmente caminatas. Pero la mayor parte del día la dedica a leer su Biblia.