Chávez no quiere "chocar" con España pero vuelve a cargar contra el Rey

CARACAS.-  Tras el enfrentamiento que se produjo antes de ayer entre el presidente venezolano, Hugo Chávez, y el Rey Don Juan Carlos aún queda polvo por levatar. Chávez, según informaron los medios venezolanos, respondió al Monarca -que le mandó "callar"-: "¿Por qué no te callas tú, Rey?". Asimismo, asegura que no está entre sus intenciones "chocar con España" para poner después en tela de juicio la política exterior española. Según Chávez, si José María Aznar apoyó la trama que lo desplazó del poder en 2002 y el Rey salió en defensa del ex presidente, eso quiere decir que es Don Juan Carlos "el que dirige la política exterior de España".

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AP (OTR/PRESS)

Tras el enfrentamiento que se produjo antes de ayer entre el presidente venezolano, Hugo Chávez, y el Rey Don Juan Carlos aún queda polvo por levatar. Chávez, según informaron los medios venezolanos, respondió al Monarca -que le mandó "callar"-: "¿Por qué no te callas tú, Rey?". Asimismo, asegura que no está entre sus intenciones "chocar con España" para poner después en tela de juicio la política exterior española. Según Chávez, si José María Aznar apoyó la trama que lo desplazó del poder en 2002 y el Rey salió en defensa del ex presidente, eso quiere decir que es Don Juan Carlos "el que dirige la política exterior de España".

De entrada, mostró ayer su sorpresa en Caracas por la reacción de Don Juan Carlos, que en la clausura de la XVII Cumbre Iberoamericana espetó un sonoro "¿Por qué no te callas?" ante una actitud descalificadora por parte de Chávez con el ex presidente del Gobierno José María Aznar. El líder venezolano se mostró sorprendido por "esa furia de su majestad, un hombre maduro". Y es que Chávez, totalmente alejado de la autocrítica, apuntó que "un jefe de Estado debe tratar siempre de mantener la compostura". En este sentido, dijo que volvió a ver las imágenes y su "conclusión" es que "no cometió ningún error", por lo que se siente "feliz".

En este sentido, mostró su deseo de que las relaciones diplomáticas y comerciales bilaterales no se vean afectadas y recordó que muchas empresas e instituciones financieras españolas operan en Venezuela. "Yo quisiera que las relaciones siguieran iguales, pero eso dependerá de España", dijo. "Le dije a mi canciller: habla con el canciller español para aclarar esto, yo no quiero estar chocando con España. Me sorprende porque no estoy haciendo referencia alguna al actual gobierno español".

Sin embargo, las buenas intenciones del presidente venezolano se vieron empañadas por nuevas críticas a José María Aznar, Don Juan Carlos y a la política exterior de España. Chávez reiteró que Aznar "destila fascismo". "Él se cree el rey del mundo", dijo.

NUEVAS ALUSIONES AL REY.

Además, el dirigente venezolano instó al Rey a explicar si estaba al tanto de la trama que lo desplazó del poder en 2002. "En el 2002 era el mismo rey, no era el mismo presidente, era el mismo rey. Ahora me pregunto en este momento, será que el Rey sabía del golpe contra mí en el 2002 y por eso se enfurece cuando digo que Aznar apoyó el golpe. Ahora me hago la reflexión", dijo, agregando que "es el Rey el que dirige la política exterior de España, no es el presidente del Gobierno".

"La pregunta que me hago es, bien bueno que responda el Rey de España, señor Rey, responda, sabía usted del golpe de estado contra Venezuela, contra el gobierno democrático, legítimo de Venezuela el 2002. Porque es muy difícil pensar que el embajador español va a estar en palacio apoyando a los golpistas sin autorización de su majestad".

Sobre la presunta molestia de la presidenta de Chile por el incidente con el Rey, Chávez indicó que tal molestia no se le ha sido comunicada. "No tengo ninguna referencia que se haya molestado y desde el punto de vista racional creo que no hay ninguna razón para que nadie se moleste. Si soy el anfitrión de una cumbre donde se da el debate entre dos gobiernos no tengo por qué molestarme, ella misma lo dijo ayer". El presidente venezolano aseguró que no responderá a España a menos que el malestar se manifieste por medio de un documento oficial.