Ban Ki-moon anima al Gobierno de Birmania y a la oposición a esforzarse por la reconciliación

Naciones Unidas.-  El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, animó hoy al Gobierno y a la oposición de Birmania (Myanmar) a redoblar sus esfuerzos en favor de la reconciliación nacional.

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(EFE)

Ibrahim Gambari, enviado especial de Naciones Unidas para Birmania, informó a Ban, que tras su viaje a Rangún "se ha iniciado un proceso que de forma esperanzadora llevará a un diálogo con resultados concretos en un periodo de tiempo acordado".

La portavoz de Ban, Michele Montas, emitió hoy una declaración en la que señala que el secretario general fue informado hoy por su enviado especial a Birmania, Ibrahim Gambari, sobre el resultado de su reciente visita a ese país asiático en crisis.

Gambari informó a Ban, según el comunicado difundido en Nueva York, que tras su viaje a Rangún "se ha iniciado un proceso que de forma esperanzadora llevará a un diálogo con resultados concretos en un periodo de tiempo acordado".

Ban, que se encuentra de visita en Brasil, dio la bienvenida a la decisión expresada por ambas partes de seguir cooperando con Naciones Unidas.

"El secretario general de la ONU reitera que la vuelta al estatus que existía antes de la crisis no es sostenible y anima" al Gobierno birmano y a la oposición a que "redoblen sus esfuerzos en favor de la reconciliación nacional, la democracia y el pleno respeto de los derechos humanos", indicó la portavoz.

Asimismo señaló que espera que Gambari vuelva a Birmania "como parte de un proceso abierto y regular de mutuo compromiso".

Gambari se reunió la pasada semana con varios altos cargos de la Junta Militar y de la oposición liderada por la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, que está bajo arresto domiciliario desde 2003.

Además del enviado especial de Ban a Birmania también ha viajado a Rangún el relator especial de la ONU para los derechos humanos en ese país, el brasileño Paulo Sergio Pinheiro, que hoy visitó la prisión de Insein, donde la Junta militar birmana tiene encarcelados a centenares de presos políticos.

A ese penal de máxima seguridad situado al norte de Rangún fueron llevados muchos de los primeros detenidos en las últimas manifestaciones a favor de la democracia, entre ellos grupos de los monjes budistas que las encabezaron.

Birmania no autorizaba a Pinheiro a visitar el país desde 2003, cuando interrumpió repentinamente la misión tras descubrir micrófonos ocultos cuando entrevistaba a presos políticos, pero a principios de noviembre el Consejo de Derechos Humanos de la ONU consiguió la autorización para este viaje.

Más de mil birmanos, según organizaciones como Amnistía Internacional (AI), pueden estar encarcelados por motivos políticos desde antes de que las fuerzas de seguridad comenzaran el pasado 26 de septiembre a sofocar las protestas pacíficas.

El régimen militar birmano sólo admite diez muertos y casi 3.000 personas detenidas, de las que dice haber puesto en libertad a la mayoría, aunque la disidencia sostiene que fallecieron 200 y más de 6.000 fueron arrestadas.

Birmania (Myanmar) está gobernada por los militares desde 1962 y no celebra elecciones parlamentarias desde 1990, cuando el partido oficial perdió estrepitosamente ante la coalición opositora encabezada por Suu Kyi.