Una muestra reflexiona sobre el miedo mediante imágenes de gente armada

Buenos Aires.-  El miedo y la inseguridad han llevado a la sociedad a organizarse en torno a estos sentimientos, lo que impulsó a la fotógrafa argentina Ananké Asseff a reflexionar sobre el arquetipo del "sospechoso" con la exposición "Crímenes banales" inaugurada hoy en Buenos Aires.

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(EFE)

Asseff aseguró que las personas que ella retrata con armas en sus casas antes "no tenían pistolas, sino que los medios de comunicación y el cine mediante la muestra de miedos han modificado sus hábitos de vida".

La muestra consta de tres partes: una secuencia de fotografías de integrantes de la clase media-alta retratados en su casa con un arma en la mano ("Potencial"), ocho videos de gente corriente también armada ante la paranoia de que algo le va a pasar ("Vigilia") y otro video en el que cinco personas disparan al público al notar su presencia en la sala de proyección mediante un sensor ("Rueda de reconocimiento").

"Todos los retratos son de amigos, de amigos de amigos, que tienen armas en su casa, que tienen licencia de tenencia, pero no las pueden llevar por la calle", explicó a Efe Asseff.

Con esta exposición, la fotógrafa quiere hacer reflexionar al público sobre "el modelo de sospechoso que la cultura del miedo y la inseguridad han instalado en la sociedad", explicó.

Tanto en las fotografías como en los videos los retratados son gente de a pie y "son las personas que uno menos se imaginaría que pueden ser sospechosos de un crimen. Quiero mostrar que no hay arquetipos, que uno no debe ser sospechoso por ser árabe o negro", enfatizó.

Asseff aseguró que las personas que ella retrata con armas en sus casas antes "no tenían pistolas, sino que los medios de comunicación y el cine mediante la muestra de miedos han modificado sus hábitos de vida".

De ahí el título de la muestra, "Crímenes banales", que en la jerga policial son aquellos que se cometen no con intención, sino porque en ese preciso momento había un arma cerca, tales como algunos crímenes pasionales o cuando se dispara un arma por accidente.

La indumentaria de los fotografiados o filmados no es casualidad, ya que Ananké pretendía mostrar que a los sospechosos "también se les señala por su ropa, cuando a veces el culpable puede ser una persona que va bien vestida".

El comisario de la exposición y crítico de arte chileno Justo Pastor Mellado fue más allá en la interpretación al sostener que la muestra no sólo transmite un mensaje de violencia e inseguridad, sino que "homologa el arma con la cámara fotográfica".

"La cámara, al igual que un arma, es una herramienta de corte y aceleración del tiempo, ya que ambas tienen el mecanismo de obturación y gatillo", aseguró a Efe Pastor Mellado.

En ese orden, el comisario ofrece la visión de "fotografía como daño a la imagen misma".