El nuevo ejecutivo liberal acaba con dos años de hegemonía de los gemelos Kaczinski

Varsovia.-  El presidente polaco, Lech Kaczynski, aceptó hoy a regañadientes el nuevo gobierno propuesto por el liberal Donald Tusk, con el que se pone fin a una etapa turbulenta en la historia reciente de Polonia, tras dos años de hegemonía de los controvertidos gemelos Kaczynski.

A partir de ahora, Tusk y el conservador Lech Kaczinski están condenados a entenderse, aunque la cohabitación parece complicada y las diferencias entre ambos mandatarios son evidentes, sobre todo en política exterior, donde ninguno de los dos oculta que mantienen posiciones encontradas.

"No puedo esconder que habría preferido otro resultado en las pasadas elecciones", dijo recientemente Lech Kaczynski, hermano gemelo del hasta ahora primer ministro y gran derrotado en esos comicios, Jaroslaw Kaczynski.

A pesar de todo, el jefe del estado polaco hizo hoy de tripas corazón y tomó juramento a los 17 ministros que integran el gabinete de Tusk, entre ellos cuatro ministros del democristiano Partido Campesino (PSL), con quien los liberales formarán coalición durante esta legislatura.

Los liberales de Plataforma Ciudadana (PO) necesitan los 31 diputados campesinos para asegurarse la mayoría absoluta en el Parlamento (Sejm), donde, aunque fueron la formación más votada, sólo obtuvieron 209 de los 460 escaños de la cámara baja.

Cinco mujeres se integrarán en este gabinete, a pesar de que durante la campaña electoral Tusk criticó la poca presencia femenina en el gobierno de Kaczynski y aseguró que, de ganar él, contaría con la participación de más mujeres para gobernar el país.

Pero hoy nadie criticó al nuevo primer ministro, quien fue el gran vencedor de la jornada, después de haber ganado el pulso que durante los últimos días mantuvo con el presidente del país para lograr que éste aceptase finalmente su propuesta de ministros.

Especialmente difícil parecía que Lech Kaczynski transigiese con el candidato de Tusk a ocupar la cartera de Exteriores, Radoslaw Sikorski, al que el presidente calificó en varias ocasiones de "incompetente y poco apto para dirigir ese ministerio".

Lech Kaczysnki declaró en jornadas anteriores que no aceptaría a este ministro que, antes de militar en PO, fue miembro del partido de los gemelos Kaczynski, Ley y Justicia (PiS) y titular de Defensa en el ejecutivo de Jaroslaw Kaczynski.

Para los analistas políticos, los problemas vividos durante el proceso de formación de gobierno entre Tusk y Kaczynski son un indicador de lo que sucederá en el futuro entre ambos mandatarios, sobre todo en el campo de la política exterior, donde el presidente Kaczynski quiere tener más capacidad de decisión frente al ejecutivo liberal.

"El presidente quiere jugar el papel más importante posible en la política internacional, un campo en el que tiene una visión radicalmente diferente a la de Donald Tusk, así que seguro que tendremos una lucha importante entre los dos a lo largo de la legislatura", explicó Krzysztof Bobinski, de la Fundación Unión y Polonia.

Donald Tusk ya anunció que revisará la instalación del escudo antimisiles norteamericano en suelo polaco, acelerará el regreso de los militares desplegados en Irak y firmará la Carta de Derechos Fundamentales de la UE, que hasta ahora los gemelos Kaczynski se negaban a suscribir por considerar que contradice la moral y la tradición social polaca.

El nuevo primer ministro está dispuesto a imponer sus criterios a lo largo de la legislatura, a pesar de la oposición del presidente Lech Kaczynski, que con la derrota de su hermano gemelo se queda solo en su cruzada moral y su defensa de los valores católicos y tradicionales de Polonia.