Más de medio millón de chinos visitaron la exposición del Museo del Prado

Shanghai.-  "Estoy muy emocionado, tengo ganas de llorar", dice ante una Venus de Tiziano Wang Yuan, uno de los más de medio millón de chinos que han visitado en Pekín y Shanghai la exposición "De Tiziano a Goya: Grandes Maestros del Museo del Prado", concebida para el Año de España en China.

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(EFE)

Imagen de archivo en la que un visitante contempla "El quitasol", de Goya tras la inauguración de la exposición "De Tiziano a Goya: Grandes Maestros del Museo del Prado", concebida para el Año de España en China, en el Museo de Shangai.

Era la primera vez que viajaban a China, durante cuatro meses, 52 obras de los grandes maestros del Prado, entre ellos pintores como Tiziano, Tintoretto, El Greco, Ribera, Murillo, Velázquez, Rubens y Goya, lo que ha representado "un paso muy importante para dar a conocer el arte europeo y español en China", que aún está descubriendo la cultura española.

Así lo aseguró a Efe Lu Pengliang, del departamento de exposiciones del Museo de Shanghai, donde la muestra, que se enmarca en el Año de España en China, estuvo abierta hasta esta semana con un éxito de público constante, que llegó a atraer a más de 7.000 personas diarias casi todos los fines de semana.

"El Prado es uno de los museos más importantes del mundo, y es increíble tener aquí tantos grandes nombres y tantas obras", de un período que abarca del siglo XVI al XIX, observó.

Lu explicó la afluencia de público porque aunque "el arte español es una parte muy importante del arte europeo y occidental, no tenemos muchas oportunidades para verlo más que en los libros o viajando a Europa, y el poder ver estas obras en casa es una experiencia maravillosa para los shanghaineses".

El responsable del museo destacó que en esta exposición, aunque "la calidad de absolutamente todos los cuadros es muy alta", las dos obras ante las que más visitantes se detenían con más atención fueron "Venus recreándose con el amor y la música", de Tiziano (hacia 1555), y "El quitasol" (1777), de Goya, como pudo comprobar Efe.

"Estoy muy emocionado, tengo ganas de llorar", confesó ante el cuadro de Tiziano el estudiante de Bellas Artes Wang Yuan, que sólo para verlo con sus propios ojos se desplazó desde Kunming (provincia sureña de Yunnan, a más de 3.000 kilómetros de distancia de Shanghai).

"Es la primera vez que veo pintura occidental en persona, me encanta la técnica al óleo, y Tiziano me apasiona de manera natural, hoy es un día muy importante en mi vida", explicó.

"Estoy acostumbrado a ver fotografías impresas, pero ver las obras directamente es muy impresionante para mí", coincidió con él otro estudiante universitario, Huang Guangyu, de Shanghai, que se declaró sorprendido porque, fuera de los libros, "los colores de la pintura occidental son mucho más intensos que en Oriente".

"Es muy diferente de la pintura china", declaró la joven de 17 años Chen Kai, que nunca había oído hablar del Prado ni sabía nada de pintura de fuera de China hasta que se encontró la muestra de la colección española en una planta del museo local, un piso por encima de otra exposición temporal holandesa sobre la obra de Rembrandt.

"Los pintores (de esta exposición) son geniales, y siento mucho respeto por ellos. Sus cuadros son como la vida real, parecen fotografías", dijo Chen, impresionada por el realismo de la pintura europea.

La joven y su amiga Xu Kaichen admiraron sobre todo la ternura de los cuadros de Murillo, aunque no recordaban su nombre y solamente se referían a "la María", "los ángeles" y "el cordero y los niños" de "La Inmaculada Concepción de 'El Escorial'" (entre 1660 y 1665) y "Los niños de la concha" (entre 1670 y 1675).

Con todo, reconocieron que "en China sabemos muy poco sobre la Biblia y Jesús", por lo que, a pesar de las explicaciones colocadas en las paredes, en chino, inglés y español, "como no conocemos las religiones europeas antiguas a veces no sabemos bien qué significan" los cuadros, donde se confunden motivos cristianos y mitológicos.

"La cultura occidental es muy diferente", se excusó Chen.

La exposición, que supuso una inversión de más de 2,6 millones de euros, financiados por la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior (SEACEX) y el apoyo de distintos patrocinadores, "es una de las muestras más importantes que hemos tenido nunca, ha sido un gran éxito", concluyó el responsable del Museo de Shanghai.