Titín III jugará la final del campeonato del cuatro y medio tras imponer su ritmo a Olaizola II

Vitoria.-  El riojano Titín III jugará la final del campeonato del cuatro y medio tras imponerse hoy al navarro Olaizola II, al que desbordó con su ritmo vivo, con el que se impuso 22-19.

ampliar foto

(EFE)

El riojano Titín III (izq.) jugará la final del campeonato del cuatro y medio tras imponerse hoy al navarro Olaizola II (dcha.) por 22-19.

Titín mostró su táctica desde del principio: al saque inicial de Aimar Olaizola restó de aire. El objetivo era rematar, no dar tregua, para evitar el juego más pausado y cerebral de Olaizola.

Sin embargo, le salió mal al comienzo: tan rápido iba que se pasó, y en un abrir y cerrar de ojos el riojano perdía siete-cero.

Tuvo que pedir descanso Titín para ordenar sus ideas y tranquilizarse, no por cansancio: en siete tantos sólo se habían intercambiado 23 pelotazos.

Sirvió, ya que Olaizola se relajó y perdió su primer tanto, al rematar muy mal. Titín cambió la pelota, sacó la suya, muy viva, y con ella consiguió llegar al siete-seis.

El riojano activaba el saque y remate, lo que ha hecho toda su carrera, un juego muy fácil cuando se tiene la clase rematadora que posee.

La remontada de Titín terminó con una falta de saque. Olaizola puso su pelota en juego, más pesada, lo que ralentizaba el ritmo del riojano.

Con ella, el navarro consiguió una pequeña tacada, hasta el 10-6, que Titín rompió con un dos paredes.

El partido se igualó, con empates a once, a trece y a dieciséis. Titín seguía a lo suyo, rápido, y Aimar se contagió del ritmo vivaz, pero lo que para el riojano es su hábitat natural, al navarro le hacía caer en la precipitación.

No había tantos de gran calidad, todo era veloz, con más errores que aciertos, y en el río revuelto pescó Titin. Tras la igualdad de un 17-18, se fue directo al 17-21, con su táctica de saque, gancho, y alguna dejada preciosa.

A falta de un punto para terminar, hubo una jugada dudosa, en la que el riojano protestó que Aimar le había molestado un poco. Polémicas aparte, tanto para el navarro, que cambió de pelota. Podía haber remontada, y de hecho Aimar llegó a 19, pero Titin fue a por todas, consciente de que cuanto más se alargaran los tantos pero para él.