Rumba y referencias a la cultura peruana en el capítulo limeño de Serrat y Sabina

Lima.-  Las técnicas de "clown" permitieron hoy a Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina burlarse de sus propias leyendas durante su concierto en Lima, en el que hicieron guiños a la rumba catalana y constantes referencias a la cultura popular peruana.

ampliar foto

Todo comenzó con la proyección de un vídeo en el que el reconocido periodista español Iñaki Gabilondo alertaba del caos que estaba por venir en el concierto "Dos pájaros de un tiro", pero antes de que concluyera su advertencia Serrat y Sabina iniciaron su actuación con un ramillete de canciones en las que uno interpretaba temas del otro, y viceversa.

Como había adelantado Sabina en la rueda de prensa ofrecida el lunes en Lima, el espectáculo fue una sucesión de payasadas de dos entrañables amigos que disfrutan y se divierten juntos, además de hacer lo que más les gusta: cantar.

Con una enorme cámara, el artista andaluz tomó una foto del público y se burló de Serrat al decirle que los catalanes "han inventado el amor por no tener que pagar por tirar (copular)".

El catalán le respondió que su tierra aportó muchas cosas a la historia de la humanidad, como Ronaldinho y Leonel Messi, e incluso el consolador, lo que provocó las risas del público.

"No eres Bryce Echenique ni yo Chabuca Granda", replicó Sabina en alusión a los dos grandes peruanos, antes de interpretar junto a Serrat "No hago otra cosa que pensar en ti".

Un espectáculo atípico al más puro estilo de candilejas que incluyó un cuadro flamenco, en el que Sabina, Serrat y sus coristas terminaron interpretando una rumba catalana y bailando por peteneras.

También, sentados en una mesa como si de un bar se tratara, saborearon una copa de "Perinet", el vino perteneciente a las bodegas del propio Serrat que precisamente promociona durante su gira latinoamericana.

No faltaron las alusiones al barrio bohemio de Barranco, fuente de inspiración de la fallecida compositora peruana Chabuca Granda, recuerdos sobre cómo se conocieron Serrat y Sabina y de su historia de amistad, siempre haciendo uso de un sentido del humor calculado.

Con un público fiel que coreaba sus canciones, interpretaron su un repertorio de los viejos tiempos: "Penélope", "Quien me ha robado el mes de abril", "Por el bulevar de los sueños rotos", "Princesa" y "Tu nombre me sabe a yerba", entre otros.