Para A.Saudí y EAU, el éxito de Annapolis dependerá de tratar "asuntos esenciales"

Abu Dhabi.-  Para Arabia Saudí y Emiratos Árabes, principales donantes árabes de los palestinos, la conferencia de Annapolis (EEUU) debe tratar los "asuntos esenciales" si quiere resolver el conflicto en Oriente Medio, porque si no "será una reunión más".

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(EFE)

El destituido primer ministro palestino, Ismail Haniye.

Riad y Abu Dhabi, que forman parte del llamado "Cuarteto Árabe", han recibido ya las invitaciones para la conferencia, aunque ninguno de los dos países ha confirmado si participará o a qué rango será representado.

El heredero saudí, príncipe Sultán bin Abdelaziz, ha dejado claro hoy que la presencia saudí en el foro "dependerá de las circunstancias", según la televisión saudí por satélite Al Ekhbariya.

Aludía a hasta qué punto Israel y EEUU responderán a la exigencia de Riad de que la cumbre trate cuestiones como el problema de los refugiados palestinos, la delimitación de fronteras y el futuro de la parte oriental de Jerusalén, conquistada por el Estado hebreo en 1967.

El reino wahabí, con especial influencia en el mundo islámico por ser cuna del Islam y tierra de los lugares islámicos más sagrados, no tiene relaciones diplomáticas con Israel y teme que su presencia en Annapolis perjudique su imagen en la región si la conferencia no da resultados tangibles.

Riad ha insistido en las últimas semanas en que la conferencia tome en consideración la iniciativa de paz aprobada por los 22 miembros de la Liga Árabe en 2002 en Beirut y revitalizada en marzo pasado por ese organismo en la capital saudí.

Esta propuesta, considerada por los saudíes como "una oportunidad histórica" para una solución "global" al conflicto árabe-israelí, ofrece al Estado hebreo la "paz total" a cambio de la "retirada completa" de Israel de los territorios árabes ocupados en la guerra de los Seis Días, en 1967.

Entre esos territorios figuran Cisjordania, los Altos del Golán sirios y Jerusalén Este, importante tanto para los judíos como para los musulmanes, y que los palestinos, respaldados por el mundo árabe, quieren que sea la capital de su futuro Estado independiente.

El ministro emiratí de Asuntos Exteriores, jeque Abdala bin Zayed, insistió hoy en la necesidad de que la conferencia de Annapolis tenga como resultado "la solución justa" del conflicto palestino, es decir: "la creación de un Estado palestino, con su capital en Jerusalén".

El jeque Abdala destacó, asimismo, la importancia de "unificar los esfuerzos" para que la conferencia tenga éxito en desbloquear las negociaciones de paz en la región.

Su homólogo saudí, príncipe Saud Al Faisal, dijo recientemente en Riad que los preparativos de la conferencia "no causan ni decepción ni optimismo" a los árabes y que lo importante es "la aplicación" de lo que será acordado, porque si no "sería una conferencia más".

En concreto, pidió a Israel que "muestre buena voluntad" frenando la edificación de asentamientos judíos en Cisjordania y del muro de separación, pues "¿cómo asisten (a Annapolis) y negocian la devolución de las tierras palestinas mientras siguen construyendo asentamientos en estas tierras palestinas?".

Alrededor de 4.000 nuevas viviendas están en proceso de construcción en los asentamientos israelíes en Cisjordania, donde ya viven unos 250.000 colonos.

Tanto Riad como Abu Dhabi, entre otros países árabes, quieren, por otro lado, que la solución del conflicto en Oriente Medio sea "global y duradera", en alusión a la necesidad de que en Annapolis esté también sobre la mesa el contencioso por los altos del Golán.

El jefe de la diplomacia siria, Waleed al Mualem, cuyo país está en teórico estado de guerra con Israel, ha dejado claro el martes en Teherán que su país no acudirá si en la agenda no se incluye la disputa por el Golán.

De todos modos, los comentaristas en la zona creen que la presencia en Annapolis de países como Arabia Saudí y Emiratos Árabes, entre otros árabes aliados de EEUU, puede ser casi segura, pero que la cuestión sería el nivel de representación.