Los inversores de EE.UU. recelan de la entrada en escena del fondo de Abu Dhabi

Nueva York.-  Los inversores mostraron hoy su recelo ante la entrada en la escena financiera de EE.UU. del fondo de Abu Dhabi, que dio un balón de oxígeno para el Citigroup mediante la inyección de 7.500 millones de dólares en esa entidad, vapuleada por la crisis hipotecaria y sin consejero delegado al frente.

Los títulos del gigante financiero registraban hoy pocos cambios en la Bolsa de Nueva York, después de inaugurar la semana con una caída del 6,15 por ciento, hasta cambiarse por menos de 30 dólares, el precio más bajo de los últimos cinco años.

Esa fuerte caída fue la reacción de los inversores ante la publicación en varios medios de comunicación de que el banco, que está sin consejero delegado desde que al comienzo de mes dimitió Charles Prince, planea el despido de entre 17.000 y 45.000 personas.

El colapso del mercado hipotecario y la crisis crediticia que azota a las grandes entidades financieras se ha cebado especialmente con Citigroup, que en el tercer trimestre se anotó unas amortizaciones por depreciación de activos de 6.800 millones y advirtió de que al final del año esa cifra podría elevarse a 11.000 millones.

Por ello, la entrada en escena de Abu Dhabi, el mayor fondo soberano del mundo, supone un balón de oxígeno para el banco, porque le aporta 7.500 millones, a cambio de un máximo del 4,9 por ciento de su capital.

Sin embargo, la naturaleza del fondo inquieta a algunos inversores, ya que pertenece a Abu Dhabi, el mayor y más rico de los siete emiratos de Emiratos Árabes Unidos y el sexto productor mundial de crudo.

Según Standard Chartered, el fondo tiene activos por valor de unos 650.000 millones, en buena parte gracias al encarecimiento del petróleo, del que produce unos cien millones de toneladas anuales.

Al respecto, Citigroup aclaró hoy en un comunicado que la inversión de Abu Dhabi tiene carácter pasivo y que el emirato no tendrá capacidad de designar miembros del consejo directivo.

"Esta inversión por parte de uno de los mayores y más sofisticados inversores en acciones de mundo ofrece más capital para que Citi pueda buscar oportunidades atractivas de inversión que le permitan crecer en sus negocios", defendió hoy Win Bischoff, consejero delegado interino del banco.

El fondo podría convertirse en el mayor accionista de Citigroup y, en cualquier caso, reforzará la presencia de capital de Emiratos Árabes Unidos en el ámbito financiero internacional, donde se está posicionando a través de fondos obtenidos del petróleo.

El actual primer accionista del banco es el príncipe saudí Alwaleed bin Talal, que entró en el banco en 1991 tras aprovechar también un momento de crisis.

Abu Dhabi está presente, por ejemplo, en el capital de grandes empresas como Ferrari o AMD, mientras que Dubai participa en el HSBC, desde septiembre controla con Qatar la Bolsa de Londres y el lunes anunció su entrada en Sony.

El año pasado y entre otras grandes inversiones Dubai también trató de hacerse con seis grandes puertos de EE.UU. y este año entró en EADS y en los casinos MGM Mirage, mientras que ahora tramita la adquisición de casi el 20 por ciento del Nasdaq.

Se calcula que los inversores del Golfo Pérsico han invertido más de 70.000 millones este año en compras en el extranjero y no es de extrañar que parte de los "petrodólares" los destinen al ámbito financiero, ya que las mayores firmas acumulan grandes pérdidas a causa de la crisis crediticia.

En el caso de Citigroup sus acciones han caído un 40 por ciento en los últimos seis meses y su valor bursátil se ha reducido este año en cerca de 100.000 millones.

Mientras se cierra una de las operaciones más importantes en la historia del banco, éste sigue sin un líder visible que tome las riendas y, según la cadena de televisión CNBC, podría anunciar en breve la eliminación de hasta 45.000 puestos de trabajo.

Esa medida se sumaría al recorte de cerca del cinco por ciento de la plantilla anunciado al comienzo del año (17.000 trabajadores).

"La falta de liderazgo en este punto de la historia de Citigroup no podría llegar en peor momento", según el analista de Goldman Sachs William Tanona, ya que el banco "afronta una creciente presión en muchas de sus áreas de negocio".