Una joven ecuatoriana de 22 años gana el I Premio Emprendedor Inmigrante

Pamplona.-  Verónica Suárez Esparza, de 22 años, natural de Ecuador y residente en Navarra desde hace tres, ha sido la ganadora del Premio Emprendedor Inmigrante convocado por la Cámara de Comercio este año por primera vez.

ampliar foto

(EFE)

Imagen del año 2006 del presidente de la Cámara Navarra de Comercio e Industria, Javier Taberna, organismo que concede el Premio Emprendedor Inmigrante.

La joven, que quiere instalar un estudio de uñas de gel, recibirá como ayuda un aval de hasta 30.000 euros para los préstamos que necesite con el fin de financiar su proyecto y otros 6.000 euros en servicios de consultoría y formación prestados por la propia Cámara.

Con esta iniciativa la Cámara de Navarra quiere "potenciar a los emprendedores" que hay entre el colectivo de inmigrantes y "ayudar a hacer realidad una idea empresarial" porque se trata de una población "fundamental" para el desarrollo económico de la Comunidad Foral, ha indicado la directora de la entidad, Marta Vera.

En total fueron 13 los proyectos presentados al premio, 6 correspondientes a mujeres, 4 a hombres y el resto mixtos, en su mayoría, en concreto 8, de personas procedentes de latinoamérica, y dirigidos al comercio mayorista y minorista, los servicios hosteleros, los servicios a empresas y personales, la enseñanza, los servicios sanitarios, la decoración artesana y la implantación de una emisora de radio.

En su valoración el jurado ha tenido en cuenta la originalidad y carácter innovador del proyecto, el esfuerzo inversor, la generación de puestos de trabajo, la aplicación o desarrollo de las TIC, la proyección exterior de la empresa y la viabilidad de la iniciativa.

Con estos criterios el proyecto seleccionado ha sido el de Verónica Suárez, aunque a todos Teresa Nagore, responsable del área de creación de empresas de la Cámara de Comercio de Navarra les ha ofrecido el apoyo de la entidad, en unos casos para profundizar en la idea y en otros para su puesta en marcha.

Y a todos también les ha aconsejado el empresario ecuatoriano Pablo Cadenas, propietario de dos restaurantes en Pamplona, que se ganen la confianza de la población autóctona, algo que se consigue "trabajando y respetando sus costumbres, sin que eso signifique para nada olvidar las mías ni de donde vengo".

"No es fácil abrirse un hueco, hay que trabajar mucho y tenemos inconvenientes, sin duda; pero también apoyos, personas que te tienden una mano y te asesoran", ha apuntado Cadenas, quien además ha recomendado tener "confianza en uno mismo" y "pensar que las personas del lugar donde nos encontramos también tienen problemas".

Finalizado el acto, la ganadora ha comentado a los periodistas que fue hace ya 10 años cuando su madre dejó Ecuador y desde entonces de forma progresiva la familia se ha reagrupado en Navarra, la última en llegar fue ella en 2003 cuando estaba embarazada.

Empleada por cuenta ajena, viajaba a Alemania una o dos veces al mes y fue allí donde conoció las uñas de gel, una idea que le gustó y que no encontró en Pamplona, por lo que así surgió la idea de su proyecto empresarial.