Tensiones se prolongan en los Balcanes tras la incapacidad de un acuerdo en Kosovo

Viena.-  El drama de los Balcanes, escenario en la pasada década de los años 90 de sangrientas guerras étnicas, amenaza con prolongarse ante la incapacidad de serbios y albanokosovares de encontrar un acuerdo sobre el estatus de Kosovo.

Mientras que Pristina insistió en la ronda final de negociaciones sobre el futuro de Kosovo, clausuradas hoy cerca de Viena, en la independencia como única solución, Belgrado reclamó la integridad de esta provincia serbia y ofreció un máximo de autonomía, incluyendo bandera, himno y policía propios.

Tras quedar rubricado el fracaso de las conversaciones, el presidente serbio, Boris Tadic, advirtió hoy de un posible "efecto dominó" en la región, que podría afectar sobre todo a la vecinas repúblicas de Macedonia y Bosnia.

Macedonia cuenta con una importante minoría albanesa, que no tiene buenas relaciones con la mayoría eslava, mientras que en Bosnia los serbios han amenazado con reclamar una unión con Serbia en el caso de una independencia de Kosovo.

"La comunidad internacional está perpleja, no sabe qué hacer y eso aumenta el peligro de una escalada violenta sobre el terreno", opinó hoy el analista Vedran Dzihic, de la Universidad de Viena.

Todo indica que la parte norte de Kosovo, habitado por una importante minoría serbia, será el foco de atención en los próximos meses, aseguró a Efe el experto.

"Está claro que una declaración de independencia en Pristina va a provocar otra declaración unilateral en el norte de Kosovo", dijo Dzihic y predijo que eso sucederá "entre enero y febrero próximos".

Los albanokosovares parecen tener la ventaja de contar con el apoyo incondicional de Estados Unidos y de la mayoría de países de la Unión Europea, lo que les ha permitido mantener su postura intransigente durante dos años de conversaciones.

"Después de lo que hizo Serbia en Kosovo al final de los años noventa, los políticos kosovares consideran que pueden declarar la independencia y crear hechos consumados sobre el terreno", dijo Dzihic.

El régimen del autoritario ex presidente serbio Slobodan Milosevic reprimió a los albanokosovares durante los años 90, lo que causó el surgimiento de una guerrilla, liderada por el ahora futuro primer ministro Hashim Thaci.

Tras el bombardeo de Serbia por la OTAN en 1999 y la retirada total de las fuerzas serbias de la provincia, Kosovo quedó bajo administración interina de la ONU y cuenta hoy con un autogobierno de "facto", sin influencia de Belgrado.

En cuanto a Bosnia, los serbios allí tratarán de aprovechar la situación para fortalecer su autonomía, establecida desde 1995 en el marco del Acuerdo de Paz de Dayton (EEUU).

Desde entonces, Bosnia está dividida en la "República Serbia" y en una Federación compartida por musulmanes y croatas.

Una "escalada de la tensión en Bosnia está siendo organizada por Belgrado para asustar a la comunidad internacional", aseguró Dzihic.

También en Macedonia existe un potencial para tensiones, ya que el 25 por ciento de albaneses se encuentran en constante tensión con los macedonios eslavos, con los que estuvieron a punto de librar una guerra en 2001.

Además, el sur de Serbia, fronterizo con Kosovo, vive una minoría albanesa que podría ser objeto de agresiones en el caso de que las cosas en Kosovo queden fuera de control.

Para que eso no suceda, la OTAN tiene estacionados unos 16.500 soldados en Kosovo, lo que por ahora garantiza cierta tranquilidad en la zona.

"Pero si un albanés muere en el norte de Kosovo, los albaneses van ir corriendo a las enclaves serbios en el centro y sur de la provincia para vengarse", advirtió Dzihic.