La reunión de Bush, Olmert y Abás marca el reinicio de las conversaciones en Oriente Medio

Washington.-  El presidente estadounidense, George W. Bush, recibió hoy en la Casa Blanca al primer ministro israelí, Ehud Olmert, y al líder palestino, Mahmud Abás, en un encuentro que marca la reanudación de las conversaciones sobre Oriente Medio estancadas desde hace siete años.

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(EFE)

El primer ministro israelí, Ehud Olmert (i), el presidente estadounidense, George W. Bush (c), y el presidente palestino, Mahmud Abás (d), fotografiados en el jardín de las Rosas de la Casa Blanca en Washington DC, EEUU, hoy, miércoles 28 de noviembre, en el marco la conferencia de paz sobre Oriente Medio de Annapolis (EEUU).

Tras la reunión, Bush advirtió que Estados Unidos tendrá un papel activo en las negociaciones de paz para Oriente Medio y pidió el apoyo de la comunidad internacional para que las mismas lleguen a buen puerto.

Estados Unidos "usará su poder" para que las partes enfrentadas adopten las "decisiones necesarias", añadió el presidente tras reunirse en la Casa Blanca con el primer ministro israelí y el presidente de la autoridad palestina.

A lo largo de la jornada matutina de hoy el presidente se reunió por separado con ambos líderes, y posteriormente mantuvieron un encuentro tripartito en la residencia presidencial.

Estos encuentros marcan el comienzo oficial de la reanudación de las negociaciones entre ambas partes enfrentadas, tras siete años de estancamiento, acordado este martes en la Conferencia de Paz celebrada en la localidad estadounidense de Annapolis (Maryland).

En declaraciones realizadas desde la Rosaleda de la Casa Blanca, acompañado por Olmert y Abás, el presidente les subrayó que era un honor "llamarlos mis amigos".

"Les he asegurado a ambos que Estados Unidos estará activamente implicado en el proceso", manifestó el presidente.

"Usaremos nuestro poder para ayudarles a adoptar las decisiones necesarias para diseñar un Estado palestino que viva pacíficamente al lado de Israel", añadió Bush.

Por último, indicó que el acuerdo suscrito en Annapolis "es un comienzo esperanzador".

A diferencia de la jornada del martes, tras las palabras de Bush ni Olmert ni Abás se dieron en la mano, un gesto que, sorpresivamente, si realizaron ayer en la Conferencia de Paz.

Dentro de esta reapertura de las conversaciones, la secretaria de Estado de EE.UU., Condoleezza Rice, anunció hoy que el ex comandante de la OTAN en Europa, general retirado de Infantería de Marina James L. Jones, ha sido nombrado enviado especial de Estados Unidos en asuntos de seguridad para Oriente Medio.

"Es la persona que necesitamos para asumir esta misión vital. Creo que necesitamos un líder experimentado que puede tratar los restos de la seguridad regional al mayor de los niveles y que puede dar el apoyo integral de nuestro Gobierno a los socios, mientras intentan cumplir con sus responsabilidades", dijo Rice.

La secretaria de Estado explicó que Jones deberá rendir cuentas al Departamento de Estado de EE.UU.

Tras la reunión de hoy en la Casa Blanca se espera que ambas partes se encuentren el próximo 12 de diciembre y, posteriormente, cada quince días.

Por otro lado, la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, indicó que "Rice llevará el peso principal, ya que viajará mucho a la región y les ayudará, mientras que Bush les dirá a los líderes (en sus encuentros de hoy en la Casa Blanca) que está sólo a una llamada de teléfono de distancia".

A su vez, calificó la conferencia del martes de "éxito", aunque advirtió que su "seguimiento es realmente importante" y dijo entender "el escepticismo" ante el acuerdo.

"El mundo está escéptico tras varias décadas e intentos de sacar esto adelante", indicó.

En pleno inicio de las conversaciones, dos palestinos murieron y otros tres resultaron heridos hoy en un nuevo ataque de la aviación israelí contra posiciones controladas por el grupo islámico Hamás en Gaza, informaron fuentes sanitarias palestinas.

El ataque tuvo como blanco una comisaría de policía en la localidad de Jan Yunes, en el sur de la franja, dijo un portavoz del hospital Naser de Gaza.