El español "El Fandi", puerta grande en la tercera corrida de la feria de Quito

Quito.-  El español David Fandila "El Fandi" cortó hoy dos orejas y su compatriota Julián López "El Juli", junto al ecuatoriano Carlos Yanez, se ganaron una cada uno en la tercera corrida de la tradicional feria de Quito "Jesús del Gran Poder".

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(EFE)

"El Fandi" consiguió salir por la puerta grande luego de vibrantes faenas que pusieron al respetable de pie y los juntó en el grito de "torero, torero" al cortar una oreja en cada uno de sus enemigos.

"El Fandi" consiguió salir por la puerta grande luego de vibrantes faenas que pusieron al respetable de pie y los juntó en el grito de "torero, torero" al cortar una oreja en cada uno de sus enemigos.

Sus compañeros, Yanez y "El Juli"cortaron una oreja cada uno luego de sendas faenas aplaudidas y acompañadas de música.

Se lidiaron toros de "Cobo Albornoz", el primero, y de "Carlos Manuel Cobo Sevilla" los segundo, tercero, cuarto, quinto y sexto, de peso promedio 461 kilos y serios pitones con recorrido y que pelearon en varas y pusieron emoción en un tumbo al varilarguero ecuatoriano Carlos Tapia.

Lleno en los tendidos a meridianas horas cuando Yanez, de perla y oro, y "El Juli", de nazareno y oro, así como "El Fandi", de fresa y oro, cruzaron el albero en medio de cerrada ovación.

Yanez abrió el festejo con "Semillero, un ejemplar negro astifino y veleto. Escuchó palmas por verónicas rubricadas por una revolera.

Faena que brinda al público iniciando con doblones, derechazos atropellados con entrega pero sin temple y mando, naturales fríos y pesado con la toledana, seis pinchazos y descabello, un aviso y se silencia su labor.

Con "Largapuyas", un castaño chorreado ,listón, bocinero y desigual de pitones, con el percal capotazos sueltos y un quite por chicuelinas y revolera.

Da faena inicia con doblones y forzado de pecho jaleados, se confía y van series de derechazos y naturales a un ejemplar noble. Cuaja naturales, molinetes de hinojos, manoletinas y abanico de adorno para estocada entera efectiva y llevar a sus manos una oreja.

"El Juli", con "Lanudo", un castaño listón, bocinero cornidelantero de respetables pitones, lo consiente a su percal por verónicas jaleadas y un quite por tafalleras aplaudidas.

Faena que brinda al respetable iniciando con estatuarios en centro del anillo, derechazos y naturales en series entre aplausos y música, se adorna por giraldillas para terminar de estocada y dos golpes de descabello y recibir oreja por petición del respetable.

En su segundo, "Gobernador", un burel serio y de sendos pitones, capotazos sueltos y nada mas para faena de aliño, derechazos en series para cuajar naturales y salir trompicado sin consecuencias.

Trasteo con la flamula por bajo a media altura, para estocada entera fulminante y ovación que agradece desde el tercio.

"El Fandi", a su primer enemigo, "Inspirado", un castaño albardado, lo saluda con larga cambiada de hinojos, verónicas y chicuelinas que se aplauden fuerte.

Cubre el tercio de banderillas para colocar tres pares de garapullos entre música y ovaciones al cuarteo el primero, el segundo gallea y coloca a la moviola y el tercero al violín entre la locura del respetable.

Faena en los medios por doblones, series de derechazos y naturales entre ovaciones para dejar estocada entera y caída y finiquitar al primer golpe del descabello y a sus manos oreja y vuelta apoteósica.

Con "Geniesillo", que cerró el festejo, un toro negro listón y cornidelantero, lo recibe con verónicas jaleadas y vuelve a poner locura en los graderíos al cubrir banderillas en forma magistral el primer par al encuentro y busca el olivo al verse apretado.

El segundo par al cuarteo y el tercero al violín para luego gallear con la mano derecha y con la izquierda gallea sosteniendo en sus manos un sombrero de paja toquilla de algún aficionado lo lanzó en medio de sonora ovación al grito de "torero,torero".

Faena de hinojos en tablas y series de derechazos y naturales a un gran toro, molinetes de hinojos y estocada tendida que escupe y lo termina al primer golpe de descabello. Cortar una oreja y con ello asegura la salida por la puerta grande.