Bolivia descarta la intermediación de Lula en el conflicto con los opositores

Río de Janeiro.-  El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, descartó en una entrevista a un diario la posible intermediación del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en el conflicto entre el gobierno de La Paz y la oposición por divergencias en torno a la Asamblea Constituyente.

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(EFE)

El presidente de Bolivia Evo Morales (d), junto al vicepresidente Alvaro García Linera, el pasado 17 de febrero.García Linera descartó en una entrevista a un diario la posible intermediación del presidente brasileño en el conflicto entre el gobierno de La Paz y la oposición por divergencias en torno a la Asamblea Constituyente.

"Es un problema nuestro. No hay razón para que tengamos un mediador externo", afirmó García Linera en una entrevista publicada hoy por el diario brasileño Folha de Sao Paulo y en la que defendió la legalidad de la constitución aprobada en primera instancia por los constituyentes oficialistas sin la presencia de la oposición.

Pese al rechazo de intermediaciones externas, el presidente de Bolivia, Evo Morales, envió una comisión a la Organización de Estados Americanos (OEA) para denunciar las supuestas provocaciones violentas de la oposición.

De la misma forma varios gobernadores opositores, entre ellos Ruben Costas, de la región de Santa Cruz, y Manfred Reyes Villa, de Cochabamba, también viajaron a Estados Unidos para denunciar ante la OEA y la ONU al Gobierno de Morales por su supuesta actuación "ilegal" en la Asamblea Constituyente y en el Congreso.

La tensión y las provocaciones se intensificaron en el país andino desde que el oficialismo y sus aliados aprobaron, en primera instancia, la nueva constitución con el voto de 136 de los 255 constituyentes electos en julio de 2006.

La nueva Carta Magna fue rechazada por la oposición en Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija, Cochabamba y Chuquisaca, en algunas partes con incidentes violentos.

En su entrevista a Folha de Sao Paulo, García Linera dijo confiar en la definitiva aprobación de la Constitución y aseguró que, para reducir las tensiones, el gobierno boliviano pretende someter a un referendo separado el artículo de la nueva carga magna que permite la reelección presidencial, que es uno de los más polémicos.

"Vamos a tener una nueva constitución el 15 de diciembre. Aprobada en detalle, ojalá que con la oposición", afirmó.

Agregó que la propuesta del Gobierno es que el tema de la reelección por un período o indefinidamente sea resuelto en un voto independiente en el referendo que ratificará la constitución.

"Nuestra propuesta es que sea un referendo separado al del texto constitucional, que estaría en otro bloque. No nos apegamos al tema de la reelección", afirmó.

"El problema no es ese. El problema es que no quieren (la oposición) una nueva carta. Con la Constitución, si la derecha llega al gobierno, por ejemplo, necesitará al menos de 20 años para cambiar la ley de hidrocarburos (que nacionalizó los recursos) y de tierras. El asunto es la duración de los cambios que hicimos", dijo.

Sobre la resistencia de la oposición a la constitución, aseguró que la mayoría política tiene el derecho a ejercer su mayoría y no puede abdicar a caprichos políticos de la minoría.

"La mayoría también tiene la obligación de escuchar el punto de vista de la minoría. Hicimos eso. Y la minoría tiene el derecho de hacerse respetar, pero no de chantajear a la mayoría", afirmó.

Aseguró que el oficialismo hizo todos los esfuerzos para dialogar con la oposición en la Asamblea Constituyente, pero que cada vez que había un acuerdo el grupo opositor Podemos se negaba a suscribirlo.

"Ni a mi novia perseguí tanto", afirmó al referirse a los esfuerzos que personalmente hizo para dialogar con el gobernador de Santa Cruz.

García Linera calificó como golpista la amenaza de los departamentos liderados por la oposición en el oriente del país de declararse autónomos.