La ANP rasura la barba a los radicales islamistas como castigo al capturarles

Jerusalén.-  Las fuerzas de seguridad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) suelen rasurar la barba a los miembros de Hamás que capturan, algo que no solo los islamistas, también los judíos ortodoxos, consideran humillante o blasfemo.

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(EFE)

Las fuerzas de seguridad de la Autoridad Nacional Palestina suelen rasurar la barba a los miembros de Hamás que capturan, algo que no solo los islamistas, sino también los judíos ortodoxos, consideran humillante o blasfemo. En la fotografía de archivo, del 5 de marzo de 2007, un integrista islámico.

Los adeptos a ambos grupos religiosos se dejan crecer la barba para cumplir un precepto divino y sus enemigos aprovechan esta creencia para, al afeitarles, someterles a una auténtica castración moral.

El último ejemplo de esa práctica lo ha recogido la prensa, que se hizo eco del caso del jeque Husam Herb, a quien agentes del movimiento Fatah -mayoritario en la ANP- le afeitaron en la cárcel poco antes de ponerlo en libertad.

"Llegaron a mi celda y me comunicaron la decisión (de las autoridades) de afeitarme", relató el jeque.

"Todo les llevó unos minutos y quedé consternado, hasta al punto de que no pude dormir en toda la noche", reconoció el islamista, de 48 años, que lucía su barba desde hace 25.

Fuentes de Hamás han denunciado que la barba de al menos veinte de sus militantes detenidos en Cisjordania, territorio controlado por la ANP, han sufrido la misma suerte que la de Herb.

Los islamistas ven en ese castigo una revancha de agentes de los organismos de seguridad de la ANP que fueron expulsados en junio pasado de Gaza tras los encarnizados combates con milicianos de Hamás, que desde entonces controlan ese territorio palestino.

La practica no es nueva entre los palestinos de uno y otro signo.

Ya en 1996, el histórico líder palestino Yaser Arafat autorizó a aplicar esta medida al coronel Mohamed Dahlan, entonces "hombre fuerte" de Fatah en Gaza.

El militar había ordenado el encarcelamiento de centenares de activistas de Hamas tras una serie de atentados suicidas en Israel.

Dahlan, recuerdan fuentes de Gaza, ordenó en aquella ocasión afeitarle la barba, entre otros, al médico pediatra Mahmud a Zahar, ex ministro de Exteriores de la ANP y en la actualidad uno de los máximos dirigentes de Hamás en la franja.

Los islamistas se dejan crecer la barba para cumplir una instrucción que, según una vieja creencia, les dejó Mahoma para que "los creyentes del Islám se distingan de los demás".

También la barba es preceptiva entre los judíos más ortodoxos, que comparten con los islamistas el haber sufrido asimismo las consecuencias de llevar ese signo distintivo.

En los días que precedieron al estallido de la Segunda Guerra Mundial fue común por parte de los militantes del partido nazi en Alemania arrancarles la barba a los hebreos religiosos.

Hay incluso quienes apuntan que el afeitado de la barba como castigo ya se practicaba en Europa en la Edad Media.