Demócratas denuncian la débil respuesta de Bush a la crisis hipotecaria

Washington.-  Los aspirantes presidenciales demócratas Hillary Clinton y John Edwards denunciaron hoy la débil respuesta del presidente George W. Bush a la crisis hipotecaria en el país, en víspera de que el mandatario presente un plan para ayudar a los afectados.

La crisis hipotecaria, que afecta a poco más de 1,8 millones de hogares y que hoy fue objeto de una audiencia en el Senado, tocó a las puertas de las campañas electorales de Clinton y Edwards, que presentaron sus propios planes para ayudar a quienes afrontan la ejecución de sus hipotecas.

Fuentes del sector inmobiliario indicaron desde el anonimato que el plan de Bush prevé el congelamiento de las tasas de interés de ciertas hipotecas durante cinco años, y beneficiaría principalmente a quienes afrontan un aumento en esas tasas entre enero de 2008 y julio de 2010.

Bush anunciará los pormenores del plan pocas horas después de que el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes analice la crisis hipotecaria y posibles soluciones para quienes buscan ahora modificar sus préstamos.

Clinton y Edwards consideraron que el plan de Bush se quedará corto porque dejará de lado a los propietarios más vulnerables.

Aunque el Gobierno "por fin le da a la crisis de ejecuciones hipotecarias la atención que merece, parece que el presidente Bush le ofrecerá a los dueños de casa con problemas económicos algo mucho menos de lo que necesitan", dijo Clinton en un comunicado.

En un discurso ante la sede del mercado tecnológico Nasdaq de Nueva York, la senadora demócrata también acusó a las firmas de Wall Street de tener parte de la responsabilidad en la crisis de las hipotecas de alto riesgo, conocidas en inglés como "subprime", y pidió que hagan algo para resolverla.

Las hipotecas "subprime", cuyo número asciende a alrededor de dos millones en EE.UU., son préstamos que las instituciones bancarias ofrecen a personas con un pobre historial de crédito.

El problema es que los intereses en la mayoría de esas hipotecas aumentarán de forma significativa a partir de enero próximo, y eso, a su vez, incrementará la mensualidad de una casa.

Edwards dijo que es hora de "frenar el grave daño económico" que se cierne sobre los dueños de casa, y consideró que el plan de Bush no ayudaría a conjurar el riesgo de una ejecución hipotecaria para "millones de familias".

Clinton recordó que este año se han enviado 1,8 millones de avisos de ejecuciones de hipotecas en Estados Unidos, un 74 por ciento más que en 2006.

El plan de tres puntos de Clinton prevé una moratoria de ejecuciones de 90 días; el congelamiento de las tasas de interés variables en los préstamos de alto riesgo y de tasas fijas durante cinco años, y la exigencia de que los bancos produzcan informes periódicos sobre las hipotecas de alto riesgo.

El plan de Edwards propone un congelamiento de las tasas de interés durante siete años y una moratoria en las ejecuciones hipotecarias hasta que se resuelva la crisis.

Durante una audiencia del Comité Judicial del Senado, expertos del sector financiero advirtieron hoy que la crisis hipotecaria aumenta el riesgo de una recesión económica en Estados Unidos.

Henry Sommer, presidente de la Asociación Nacional de Abogados para Bancarrotas, apoyó la idea que promueve el senador demócrata Dick Durbin de que los propietarios puedan reestructurar su deuda para prevenir la ejecución hipotecaria.

Por su parte, Mark Zandi, el principal economista de la firma Moody's, dijo en la audiencia que aún con alguna modificación, el sector afrontará el incumplimiento de pagos -el primer paso en la ejecución hipotecaria- en cerca de 2,8 millones de préstamos en 2008 y 2009.