Uribe acepta una zona de 150 kilómetros cuadrados para liberar a los rehenes de las FARC

Bogotá.-  El presidente colombiano, Álvaro Uribe, aceptó hoy crear una "zona de encuentro" de 150 kilómetros cuadrados, en una área rural ojalá sin población civil, en la que no haya puestos de fuerza pública y que tendrá presencia internacional para definir la puesta en libertad de secuestrados por las FARC.

"El Gobierno manifiesta la disposición de aceptar la (zona) con unos puntos importantes a tener en cuenta. Debe ser de alrededor de 150 kilómetros, en zona rural, donde no haya puestos militares o policivos que sea necesario remover, preferiblemente sin población civil o con muy poca población", señaló Uribe.

Admitió que esa fue "una propuesta de la Iglesia Católica" para lograr la liberación de los secuestrados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Advirtió que ese territorio "tendría la presencia de observadores internacionales", y que "allí los presentes, para definir el intercambio humanitario, no deberían estar armados".

Uribe también anunció que el Ministerio de Defensa destinará un presupuesto de 100 millones de dólares "para estimular desmovilizaciones de grupos de las FARC que traigan consigo secuestrados y los liberen".

Los anuncios fueron hechos por Uribe al intervenir en una ceremonia de graduación de siete nuevos generales de la Policía en la Escuela General Santander de Bogotá.

"Desde este campo de la Escuela General Santander, invito a que difundamos ampliamente esta nueva decisión: un fondo de 100 millones de dólares para estimular con recompensas, cuya cuantía se fijará en cada caso", señaló.

El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, por su parte, explicó a periodistas en el mismo sitio, que esa "zona de encuentro" tendría una duración de 30 días.

Santos también reveló que el Gobierno colombiano solicitó al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que busque ante las FARC un acceso para visitar a los secuestrados y "verificar el estado de salud" de los rehenes.

Entre los secuestrados por las FARC, algunos con casi diez años en su poder, figuran la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, que tiene también nacionalidad francesa, los estadounidenses Tomas Howes, Keith Stansell y Marc Gonsalves, así como decenas de políticos, soldados y policías colombianos.

Uribe dijo también en la misma intervención en la sede de formación policial que autorizó al alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, "para que con la Conferencia Episcopal de Colombia, con la Iglesia Católica, busquen la manera de juntarse con las FARC y, dentro del marco expresado, encontrar la zona indicada".

Recordó en el mismo discurso, los intentos frustrados de su Gobierno para encontrar solución al problema de los rehenes de las guerrillas y dijo que "las respuestas de las FARC (fueron): asesinatos y mentiras".

Por ello, subrayó, "por el estado en que se encuentran las personas (secuestradas) (...) en esta hora de dolor los colombianos, no podemos caer en la trampa de ser idiotas útiles del terrorismo", e instó a que "tenemos que ser soldados firmes, policías firmes, de la derrota del terrorismo".

Antes de hacer los anuncios, Uribe enumeró varias de las gestiones fallidas ante las FARC para buscar salidas que permitieran el regreso de los secuestrados, muchas con participación de "países amigos" y de personalidades, así como de organizaciones multilaterales, de derechos humanos y de la misma iglesia católica.

Recordó casos dolorosos como las muertes en cautiverio del ex gobernador del departamento de Antioquia (noroeste), Guillermo Gaviria y de su asesor de paz, el ex ministro de Defensa Gilberto Echeverri Mejía y de once de doce diputados regionales del departamento del Valle del Cauca (suroeste).

Reiteró y comparó la capacidad terrorista de las FARC al poder que tuvo Hitler en Europa.

"Los campos de concentración de Europa comenzaron a ceder cuando Europa comenzó a cambiar el apaciguamiento al enfrentar al terrorismo", afirmó.