La igualdad entre hombres y mujeres avanza lenta en la región, según la CEPAL

Santiago de Chile.-  La igualdad entre hombres y mujeres en Latinoamérica "avanza a pasos lentos", aunque gracias al trabajo remunerado de las féminas el índice de pobreza en la región disminuyó casi diez puntos porcentuales, según un informe de la CEPAL difundido hoy en Santiago.

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(EFE)

La CEPAL destaca que la desigualdad y la pobreza se potencian en el mundo laboral, cuestión que se agrava en el caso de las mujeres.

"Pese a los drásticos cambios ocurridos en las familias, las escuelas, el mundo del trabajo y la vida política, persiste la brecha entre el aporte de las mujeres a la sociedad y el escaso reconocimiento de que son objeto", precisó el análisis de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

El documento "Desarrollo del Milenio 2006: una mirada a la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer", concluye que pese a que en los últimos años han pasado a ocupar espacios cada vez más importantes en la toma de decisiones "siguen sobre representadas entre los pobres y sub-representadas en la política".

Según el estudio, la clave de esta situación y el tratamiento de las mujeres como minoría vulnerable en las políticas públicas se explican, en gran medida, por la imposibilidad de la mujeres de romper el mandato cultural que las reduce a las labores domésticas y por la ausencia de los hombres en las actividades de cuidado del hogar y los hijos.

La CEPAL destaca que la desigualdad y la pobreza se potencian en el mundo laboral, cuestión que se agrava en el caso de las mujeres, ya que enfrentan, además, una escasez de tiempo que las coloca de candidatas al empleo precario, mal remunerado e inestable.

"Mientras las mujeres sigan haciéndose cargo casi en exclusiva del cuidado de niños y ancianos, de personas enfermas y sanas, les será difícil encontrar empleos dignos y se mantendrá el círculo vicioso de la desigualdad, la transmisión generacional de la pobreza y la discriminación", sostiene el análisis.

Asimismo, la violencia, una de las manifestaciones más extremas de la desigualdad y la discriminación, que afectan a un número elevado de mujeres, es la vulneración más extendida de los derechos humanos y un obstáculo para el desarrollo productivo y democrático de la región, añade.

"Mientras la igualdad de género no se viva con naturalidad y desaparezcan los prejuicios que la asocian con demandas imposibles y, a veces, contrarias al sentido común, no se podrá vislumbrar un avance suficiente en el logro de los objetivos de desarrollo del Milenio", señala la CEPAL.

Añade que el ascenso de las mujeres también es necesario para evitar que sigan muriendo por causas evitables durante el embarazo o por el crecimiento desmesurado del VIH/sida.

El informe sostiene que mientras la democracia no se entienda como el reconocimiento de la plena ciudadanía de las mujeres y no cambien las formas de representación y participación en la toma de decisiones, el horizonte de la igualdad de género no se podrá vislumbrar.

El mensaje de CEPAL es claro: algunos de los países de la región podrían cumplir las metas en materia de reducción de la pobreza, matriculación escolar y reducción de la mortalidad materna, entre otras.