Kenia celebra su independencia con boicot de oposición en vísperas de las elecciones

Nairobi.-  La oposición política de Kenia boicoteó hoy las celebraciones principales del 44 aniversario de la independencia del país, llevadas a cabo en el estadio nacional de Nairobi en un ambiente cargado de propaganda electoral de cara a los comicios generales del próximo día 27.

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(EFE)

El presidente Mwai Kibaki pasa revista a una Guardia de Honor durante el Jamhuri, el Día de la Independencia, en el Estadio Nacional de Nairobi, Kenia, hoy miércoles 12 de diciembre. Kenia logró la independencia de Gran Brataña en 1963 y la República fue proclamada el mismo día un año después en 1964.

Pese a estar invitados como miembros del Parlamento, Raila Odinga, líder del Movimiento Democrático Naranja (ODM, sigla en inglés) y Musyoka Kalonzo, del Movimiento Democrático Naranja de Kenia (ODM-K), subrayaron mediante su ausencia en la conmemoración su disconformidad con el gobierno del presidente Mwai Kibaki.

Kibaki, quien se presentará a la reelección como candidato del gubernamental Partido de Unidad Nacional (PNU), afirmó ante una multitud calculada en 40.000 personas que en cinco años su gobierno había hecho "más que todos los anteriores en cuarenta años".

En una alocución de 40 minutos y con tintes electoralistas, el jefe de Estado keniano hizo un balance de su gestión y promesas de futuro.

"El sistema (keniano) de educación primaria gratuita ha sido obra de mi administración", dijo Kibaki, que recalcó su intención de desarrollar un plan similar para la educación secundaria.

Atacó de inmediato a sus adversarios políticos diciendo que "aquellos que no reconozcan nuestros méritos no merecen formar parte de un Ejecutivo que vela por el bien de los ciudadanos".

Repasó luego toda su agenda electoral, alabando la gestión de sus ministros en materia económica y prometiendo en los años venideros "un crecimiento superior al 7 por ciento actual".

"El noventa y tres por ciento del gasto público procede de los impuestos recaudados y si el pueblo de Kenia me vota otra vez prometo agua potable y electricidad en todo el país, así como una red completa de carreteras nuevas", señaló Kibaki en medio de un silencio sepulcral interrumpido por unos pocos aplausos desde la tribuna de honor.

El discurso de Kibaki incluyó también las dos principales preocupaciones de la población: la seguridad pública y la corrupción de los funcionarios.

"Conmigo -aseveró- todos los kenianos podrán disfrutar de sus derechos más elementales, ser libres y gozar de una seguridad absoluta en todos y cada uno de sus desplazamientos".

La corrupción ha sido utilizada por la oposición en los últimos meses para criticar duramente la labor del Gobierno, cuyos ministros de Justicia y Finanzas se vieron envueltos en 2005 en el mayor escándalo de corrupción de los últimos años.

El Presidente aceptó las dimisiones de ambos ministros, a los que reintegró en sus puestos poco después de que el caso fuera archivado por la Justicia.

"Prometo que la corrupción será castigada severamente", dijo Kibaki, quien aseguró que "No habrá crimen sin castigo y tan sólo los mejores serán llamados para servir a esta gran nación, que está orgullosa de sus logros en los últimos cinco años".

El presidente keniano completó su intervención anunciando "más empleo, mejores sueldos y mejor calidad de vida para una población que se merece más oportunidades".

Al término del acto, muchos de los asistentes, como David Kimathi, taxista y padre de dos hijos, se manifestaron "satisfechos" con la gestión de Kibaki.

"Kibaki es el timonel que necesita Kenia para encontrar una estabilidad social, política y económica definitivas", dijo Kimathi a Efe.

Evans Mungai, hombre de negocios y padre de cinco hijos, en cambio, expresó su desacuerdo diciendo que "el discurso ha sido bonito pero nefasto en términos políticos, puesto que Kibaki ha prometido todo lo que no ha hecho durante su mandato".