Jiménez dice que optó por hablar con Chávez en Buenos Aires para trasladarle "el sentir" del Gobierno

MADRID.-  La secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, insistió hoy en que "nunca estuvo prevista una reunión" entre el Príncipe Felipe y el presidente venezolano, Hugo Chávez, en Buenos Aires y explicó que optó por ser ella la que conversara con el mandatario iberoamericano para trasladarle "el sentir" del Gobierno tras el "incidente" de la Cumbre Iberoamericana.

ampliar foto

EP (EUROPA PRESS)

La secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, insistió hoy en que "nunca estuvo prevista una reunión" entre el Príncipe Felipe y el presidente venezolano, Hugo Chávez, en Buenos Aires y explicó que optó por ser ella la que conversara con el mandatario iberoamericano para trasladarle "el sentir" del Gobierno tras el "incidente" de la Cumbre Iberoamericana.

"En realidad nunca estuvo prevista una reunión en el sentido estricto", explicó Jiménez en declaraciones a Telemadrid recogidas por Europa Press, precisando que lo que se contempló fue "la posibilidad" de que en la toma de posesión de la nueva presidenta argentina, "en un espacio reducido el Príncipe podría haber intercambiado unas palabras, un saludo, con el presidente Hugo Chávez".

Al final, añadió, "lo que hubo es un intercambio de saludos en una sala reducida y en un marco reducido". "La conversación la sostuve yo porque consideré que en ese momento era más oportuno y conveniente el que el propio gobierno mantuviera una conversación y le trasladara el sentir del Gobierno a Chávez". "Creo que hicimos lo correcto y actuamos de forma oportuna", remachó.

En esa conversación, en la que el presidente venezolano "estuvo amable", "traté de explicarle que para nosotros lo importante era que cuanto antes se recuperase el respeto institucional que creo que nos debemos los dos gobiernos", relató.

Asimismo, incidió en la necesidad de "restablecer las relaciones con total normalidad", al tiempo que aseguró que "no hay ningún problema de fondo entre España y Venezuela". Según Jiménez, Chávez "pareció acoger lo que yo le trasladaba y no me respondió ni me contraargumentó".

Por otra parte, tras reiterar su confianza en que "el asunto se pueda reconducir", aseguró que el Gobierno no ha notado "ningún hecho, ningún dato, que nos haga pensar que las empresas tienen una situación incómoda, más bien lo contrario". No obstante, aseguró que "cualquier cosa que pudiera surgir sobre la marcha vamos a atenderla", en referencia a las amenazas de Chávez de vigilar más de cerca a las empresas españolas.

En cuanto a la amenaza de Chávez de expulsar a las empresas españolas si gana el PP las elecciones, consideró que "no tiene ni pies ni cabeza". "Son expresiones de enfado y malestar a las que nosotros no les damos trascendencia real", añadió. "Es tan absurdo que eso se pueda producir que evidentemente no podemos entrar en un debate de esas características", remachó.

CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN

Respecto a las críticas recibidas por el Gobierno sobre su gestión del incidente con el presidente venezolano, Jiménez consideró que el Ejecutivo "no ha recibido tantas críticas como suele ser lo común en el panorama político de enfrentamiento permanente". "Creo que ha habido una posición muy moderada, muy ecuánime, muy equilibrada respondiendo a los cánones que la diplomacia nos exige", añadió.

En este sentido, afirmó que aunque hay personas a las que les gustaría que los intereses españoles se defendiera "de manera pública", "el Gobierno cree que es mucho más eficaz la gestión que se hace de manera discreta y en el marco en que la diplomacia tiene previsto".