Colgado de la Boquería

BARCELONA.-  Acabo de llegar y aprovecho para encontrarme con Ismael Alonso, uno de mis mejores amigos y actual chef del restaurante Arola en el increíble Hotel Arts de Barcelona –precio medio del restaurante 80 euros y habitación estándar 400 euros-.

Juanito escoge en los puestos los mejores productos de temporada.

Agarramos un taxi y nos dirigimos hacia Las Ramblas, para subir desde Colón y desembocar en el que para mí, después de haberme pateado las plazas de multitud de ciudades, es el mercado más bonito, limpio y arreglado del mundo: la Boquería.

Ismael suele venir tres o cuatro veces por semana al mercado. En la carta del restaurante De la Boquería tiene un apartado en el que ofrece berberechos al vapor o con cítricos, un tártar de Buey de mar, cigalas a la plancha con trufa... Pero hoy es lunes y rondan las dos del mediodía (es el día libre de Isma y tampoco es plan de madrugar) lo que significa que vamos a encontrar más bien poco pescado. Y es que por si alguien no lo sabe, los lunes es el peor día para comprar y comer pescado fresco porque los sábados y domingos los barcos no salen a faenar.

Lo que sí vemos, pero no en abundancia como otros años, son setas. Esta temporada no es muy allá. Hay níscalos (rovellons, por éstas tierras) que cuestan entre 9 €. y 25€/kg. A mí me gustan los más pequeños llamados "botón". También se puede comprar chantarella, a 15 euros, boletus edulis y trompeta de los muertos a 9,90 €/kg.

Uno de los micólogos del mercado, Petras, dispone de la mayor oferta de seta fresca de Barcelona: shitake, pie de rata, llanega gris, colmenillas, amanita cesárea y una amplia variedad deshidratada, no tan rica en textura pero sí en aroma y sabor. Éste no tenía los precios puestos.

Ya iba siendo hora de tomarse algo así que fuimos al inigualable Pinotxo. Este bar lleva más de 40 años deleitando con los típicos platillos tradicionales catalanes. Y nunca más acertado el término "de mercado". En clásicas ollas de casa aguardan los guisos, mientras otros platos como el salteado de txopitos (chipirones para los catalanes) con alubia de Santa Pau, ajo, perejil y un vinagre dulce reducido, se preparan en el momento. En otra ocasión recuerdo haber probado un "Trinxat" con morro de ternera, espectacular. El Pinotxo se merece un especial para él solo.

Receta de "trinxat" (típico de La Cerdanya):

Se hierve repollo cortado en juliana (tiras finas) y patata (como para tortilla). Una vez cocido se saltea en un aceite en el que se han dorado abundantes ajos laminados y tiras de panceta fresca hasta quedar bien crujientes. Se acaba dándole forma de tortillas individuales y debe quedar ligeramente tostada por ambas caras.

La preparación de la terrina de morro ya es más complicada, mejor os la coméis ahí. O si no, unas cigalitas, langostas pequeñas, calamares, "Cap i Pota". ¡Ah! Y también tenéis que probar los garbanzos con espinacas, pasas y piñones. Una comida en Pinotxo, tomando 3 platitos y un par de vinos ronda los 25 €.