Quien no tiene un art toy es porque no sabe que ya se venden hasta en 'los chinos'

MADRID.-  Un muñeco de unos 30 cm descansa en la repisa de una tienda. Tiene forma de conejo y está pintado con colores brillantes. Piensas en regalárselo a tu sobrinito. El juguete tiene unos cuantos 'hermanos'. Cada uno es distinto así que acabas llevándote dos. Antes de salir de la tienda sabes que tu sobrino no va a ver los muñequitos ni en pintura.

RICARDO MENA

Uno de los primeros Art Toys viene de Japón

En los últimos años no es raro encontrar en distintas tiendas de ropa, decoración, muebles e incluso arte, unos curiosos especímenes de plástico que atraen irremediablemente. ¿Qué son? ¿de dónde salen? ¿Quién los hace? Y lo más importante: ¿dónde los puedo conseguir?

El caso es que nadie consigue ponerse de acuerdo ni en el nombre: Art Toys, Toyz, muñecos de diseño... Nos referiremos a ellos como Art Toys. Una definición breve sería la de juguetes diseñados por artistas de renombre, con tiradas limitadas y dirigidos a coleccionistas. Tanto es así, que el precio, que de salida suele rondar los 40 euros, puede alcanzar los 800 en e-bay cuando una pieza se revaloriza. La razón más frecuente es que sean muñecos de edición limitada.

También se asocian a este fenómeno las cajas sorpresa, similares a los sobres de cromos, donde no sabes qué figura te puede tocar. Esta modalidad favorece el intercambio y el aumento de precio de los juguetitos porque no se produce la misma cantidad de todos los modelos y al final hay unos pocos muy codiciados.

Los orígenes de este fenómeno se sitúan en Japón donde diseñadores como Michael Lau, Eric So y las compañias Bounty Hunty o Kubrick comenzaron a producir estas piezas. La cosa ha ido evolucionando y actualmente se asocia más a diseñadores o artistas americanos del llamado 'low brow art' (arte de baja calidad). Algunos nombres importantes relacionados con este fenómeno son Gary Baseman, Tim Biskup, Pete Fowler, James Jarvis, Frank Kozik y Tara McPherson.

La verdad es que en este momento están dejando de ser una obsesión underground y cada vez es más fácil encontrar 'apasionados' de los Art Toys, aunque no sepan ni lo que son, ni quién los ha diseñado. En España fueron las tiendas de comics y librerías de diseño gráfico las primeras en introducirlos. Algunas como Madrid Comics, Subaquatica o Generación X enseguida les dedicaron un lugar de honor. Entonces, cuando los Art Toys aún formaban parte de la contracultura, sólo se vendían en tiendas especializadas -Iguapop Gallery, Conti 24 Kilates en Barcelona o UrbanZoo en Valencia- y los pocos que conocían su existencia se movían en el mundillo del cómic y el arte urbano. Más tarde estos muñequitos colonizaron las 'concept stores'. Colette -París-, Vinçon, Gallery o Isolee los venden. Marc Jacobs es un ejemplo de la nutrida lista de diseñadores de moda que se han apuntado a customizarlos. Pero el circuito se amplía y cadenas como Vips o Urban Outfitters -Nueva York y Londres- ofrecen ya una pequeña selección de Art Toys. En multitud de 'chinos' se pueden adquirir replicas más o menos afortunadas. ¿Es el fin del coleccionismo o, por el contrario la fiebre no ha hecho más que empezar?