La ONU constata que la pobreza y el desempleo dificultan la entrada de los jóvenes al mundo adulto

Naciones Unidas.-  La pobreza y la carencia de empleos dignos dificultan la incorporación de los jóvenes al mundo adulto, a pesar de que son la generación mejor educada de la historia, reveló hoy la ONU en su informe mundial sobre la juventud.

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(EFE)

El informe de la ONU sobre la juventud explica que la inversión en esta población ha mejorado en todas las regiones del planeta en los últimos años.

El "Informe Mundial Sobre la Juventud 2007, la transición de los jóvenes a la edad adulta", difundido hoy por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la Organización de Naciones Unidas, estudia los desafíos que enfrentan los 1.200 millones de jóvenes de 15 a 24 años que hay en el mundo, que constituyen el 18 por ciento de la población mundial.

De ese trabajo se deduce que la inversión en la juventud "ha mejorado en todas las regiones del planeta en los últimos años, y se ha extendido el acceso de los jóvenes a la educación".

Incluso en algunos lugares, apunta, la educación privada ha cubierto las lagunas dejadas por el sector público.

"En todas las regiones se han registrado logros impresionantes en el campo de la educación y en la escolarización de las niñas", valoró hoy el director del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, Johan Scholvink, al presentar el documento.

Sin embargo, los avances en el campo educativo se ven socavados por los efectos negativos de la pobreza, ya que limita las perspectivas de futuro de muchos de esos jóvenes cuando alcanzan la edad adulta.

La falta de recursos impide el acceso a la educación avanzada, a un empleo decente y a servicios esenciales como la sanidad, advirtió Scholvink.

"Estos problemas interfieren en su paso de la adolescencia a la edad adulta, y es una situación que se repite en todas las regiones del mundo", agregó.

Según el informe, muchos de los jóvenes, principalmente en el mundo en desarrollo, se ven obligados a aceptar empleos informales "con largas jornadas laborales, un salario bajo y sin protecciones sociales", lo que muy a menudo deriva en emigración.

"Desde África a Asia, de Latinoamérica a pequeñas islas, la juventud que tiene pocas opciones locales emigra en grandes números en busca de oportunidades en el exterior", señala.

A pesar de la existencia de bolsas de emigrantes jóvenes con éxito que se integran bien en las economías desarrolladas, "la integración social de emigrantes sigue siendo insuficiente".

En Latinoamérica la media de escolarización es del 95 por ciento, unos diez puntos por encima de la media del resto del planeta, aunque el nivel de empleo y de ingreso de los jóvenes de sea región es peor que hace 15 años.

En cambio, gran parte de los grandes logros en educación durante los últimos años se han conseguido en los países asiáticos, especialmente en China e India, según los datos del estudio.

En los países de África subsahariana se han conseguido "grandes logros en el campo educativo", donde se ha visto un incremento neto en el índice de escolarización básica del 57 al 70 por ciento entre 1999 y 2005.

A pesar de ello, y de acuerdo con el texto, la mayoría de los jóvenes tiene que contentarse con trabajos en la economía informal y un buen número permanece atrapado en la extrema pobreza.

El desempleo sigue siendo un problema mayoritario entre la juventud en los países de Oriente Medio y África del Norte, según el informe, aunque esta es la única región donde la proporción de jóvenes empleados ha aumentado en la última década.

Los jóvenes en los países desarrollados siguen contando con altos niveles de educación y el número de desempleados ha ido descendiendo en los últimos diez años, aunque no el porcentaje respecto al total.

Sin embargo, el documento advierte que los jóvenes de las naciones desarrolladas tienen muchas dificultades en encontrar empleos "estables, decentes y de largo plazo".