La ONU pone planes sociales de Brasil y México de modelo para los países desarrollados

Naciones Unidas.-  Naciones Unidas y el Banco Mundial presentaron hoy en una conferencia en Nueva York tres programas sociales de México, Brasil y Uganda, respectivamente, como modelos de promoción del desarrollo que pueden ser adaptados con éxito en países industrializados.

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(EFE)

Los responsables de la conferencia que tuvo lugar hoy en la sede de Naciones Unidas presentaron los tres programas como una demostración de que el flujo de conocimiento también puede correr de Sur a Norte.

Los responsables de la conferencia que tuvo lugar hoy en la sede de Naciones Unidas presentaron los tres programas como una demostración de que el flujo de conocimiento también puede correr de Sur a Norte.

"Hace diez años, la idea era que el mundo desarrollado tenía todas las respuestas y el mundo en desarrollo tenía que imitarlos, ver lo que se hacía Suecia en el servicio de aguas, o cómo Francia había reformado sus hospitales", dijo a Efe la vicepresidente para América Latina del Banco Mundial, Pamela Cox.

"Lo que ha cambiado", explicó, "es que el mundo en desarrollo está innovando por su cuenta, porque afrontar una reforma hospitalaria en Suecia es muy diferente que hacerlo en Brasil".

El programa brasileño se ha desarrollado en varias ciudades del país, donde se implica a la sociedad civil en la elaboración de los presupuestos municipales, y ha sido imitado ya por la ciudad española de Sevilla.

Otro de los programas es una iniciativa ugandesa de prevención del VIH/Sida, que ha sido adoptado por la Universidad de Columbia de Nueva York.

Sin embargo, el más conocido es el programa que se desarrolló en México bajo el nombre de "Oportunidades", que ha sido adaptado recientemente por la Ciudad de Nueva York.

Creado por el Gobierno mexicano, el programa proporciona ayuda económica a familias pobres con la condición de que mantengan a sus hijos en la escuela y se aseguren que van al médico.

El brasileño Luiz Inácio Lula da Silva trasladó ese concepto a su país tras acceder a la presidencia en 2003, y desde entonces el programa se encuentra en numerosos países de la región.

El alcalde Nueva York, Michael Bloomberg, decidió el año pasado adoptarlo como parte de su estrategia para luchar contra la pobreza en la Gran Manzana.

Cox aseguró que los análisis del Banco Mundial en Brasil y México han demostrado que esos programas "reducen la pobreza, logran que los menores se mantengan en las escuelas, y también se reduce la desigualdad".

"Es una idea muy simple, pero muy poderosa. Esta cantidad de dinero, que no es mucha, sirve para comprar zapatos, libretas, o pagar el autobús", consideró.

La responsable del Banco Mundial dijo que uno de los problemas en la región es que muchos menores abandonan la escuela tras el octavo grado, por lo que mantenerlos en el aula es muy importante para Latinoamérica.

"Algo que muestran los estudios es que, para salir de la pobreza, uno tiene que terminar la educación secundaria, pero eso también ocurre en Nueva York, donde un diploma de secundaria reduce a la mitad las probabilidades de caer en la pobreza", advirtió.

Cox indicó que los gobiernos locales como Nueva York o el de cualquier ciudad latinoamericana "tienen una gran sed para saber qué han hecho otros que se encuentran en su misma situación, y no necesariamente quieren expertos, sino alguien que haya resuelto antes el problema que ellos ahora tienen".