Samuel Moreno cree que el acuerdo humanitario es posible y debe dar paso a la paz

Madrid.-  El alcalde electo de Bogotá, Samuel Moreno Rojas, expresó hoy en Madrid su convencimiento de que el acuerdo humanitario para la liberación de los secuestrados es posible y debe dar paso a un acuerdo de paz entre el Gobierno y la guerrilla.

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(EFE)

El alcalde de Bogotá, Samuel Moreno Rojas (c), junto al secretario de Movimientos Sociales y Relaciones con las ONG del PSOE, Pedro Zerolo (i), y la embajadora de Colombia en España, Noemí Sanín (d), momentos antes de participar hoy en un desayuno coloquio en la Tribuna Iberoamérica.

Moreno Rojas, que ganó la alcaldía al frente de la candidatura del izquierdista Polo Democrático Alternativo (PDA) el pasado mes de octubre por amplia mayoría, intervino hoy en la Tribuna Iberoamericana que organizan la Casa de América y la Agencia Efe.

"El Gobierno nacional y las FARC tienen que hacer todos los esfuerzos suficientes y necesarios para que (...) se pacte el acuerdo humanitario y se logre la liberación de todas las personas que hoy están secuestradas en Colombia", manifestó.

El futuro alcalde de la capital colombiana, que tomará posesión del segundo cargo más importante de la República el 1 de enero, consideró que una vez que se han hecho los gestos para propiciar ese acuerdo humanitario debe pensarse en los siguientes pasos.

En su opinión, la aceptación por parte del presidente, Álvaro Uribe, de una zona de encuentro con las FARC con la mediación de la Iglesia y el reciente anuncio de la guerrilla de que liberará a tres personas son la muestra de que algo se mueve en la buena dirección.

La agencia cubana Prensa Latina informó en las últimas horas de que las FARC entregarán al presidente venezolano, Hugo Chávez, a Clara Rojas, compañera de candidatura de la también secuestrada Íngrid Betancourt, al hijo que tuvo con un miembro de la guerrilla en su cautiverio, y a la legisladora Consuelo González de Perdomo.

"Ojalá sea cierto", dijo el político colombiano, quien a la espera de confirmación subrayó que se trata de "un gesto de paz que se debe interpretar como una respuesta a la zona de encuentro".

"El hecho de que se libere a estas personas es un mensaje muy importante para el tema del acuerdo humanitario", afirmó Moreno Rojas, quien rechazó "darle el rédito a una persona específica" por los avances, pero alabó la tarea del mandatario venezolano.

Según destacó, "a nadie le importa a quien entreguen los secuestrados, lo importante es que los entreguen, que los suelten, que la gente tenga la posibilidad de volver a verlos", aunque añadió: "la acción del presidente Chávez fue positiva".

Gracias a él "se lograron las pruebas de supervivencia de muchas personas de las que durante muchos años no se sabía si estaban vivas o no", explicó el alcalde electo, quien argumentó que la entrega de los secuestrados a una u otra instancia "no se puede interpretar ni como un triunfo de alguien, ni como una derrota de alguien".

Desde al ayuntamiento de Bogotá, que ocupará hasta el año 2011, Moreno quiere emprender "una cruzada" que dé "visibilidad" nacional e internacional a la situación de los casi 3.000 secuestrados, dos de los cuales cumplen la semana que viene 10 años de cautiverio.

Con este objetivo, a partir del 1 de enero lucirán en la fachada del ayuntamiento capitalino las fotografías de los secuestrados, en una iniciativa que secundarán alcaldías colombianas y europeas.

Durante su periplo europeo, renovó en el ayuntamiento de París la fotografía de Ingrid Betancourt -"la persona que simboliza el drama de 3.000 personas"- y llegó a un acuerdo con el alcalde de Roma, Walter Beltroni, para que en la sede de la alcaldía de la capital italiana se vean las fotos de los niños secuestrados.

En su intervención en Casa de América, este hombre que lleva la política en la sangre -nieto del general Gustavo Rojas Pinilla que ocupó el poder entre 1953 y 1957 e hijo de la ex candidata presidencial María Eugenia Rojas "La Capitana"- también abordó "el interesante panorama político de su país de aquí a 2010.

Para entonces está prevista la próxima elección presidencial, una cita para la que no cree que se fuerce una nueva reelección del presidente Uribe como se hizo hace cuatro años.

"Hay sectores que hablan de otra reelección. Tendrían que volver a cambiar la Constitución con nombre propio y yo diría que sería una exageración", dijo Moreno Rojas, para quien la ausencia de Uribe fragmentará la coalición de fuerzas conservadoras.

Eso abriría la puerta al PDA, que "ha logrado consolidar su fuerza política tras afianzarse y avanzar en las elecciones regionales de octubre", gracias a su "claro deslinde de la violencia", y que "es ya una realidad, algo que durante años anhelaron la izquierda democrática y los sectores progresistas".