Los españoles acudirán a las urnas el 9 de marzo

Madrid.-  Los españoles acudirán a las urnas el próximo 9 de marzo, en unas elecciones generales que renovarán el Parlamento y en las que el presidente del Gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, se medirá con el jefe de la oposición conservadora, Mariano Rajoy.

El anuncio de la cita electoral fue realizado por el jefe del Ejecutivo, que informó también de que las Cortes generales (Congreso de los Diputados o cámara baja y el Senado, cámara alta) se disolverán el 14 de enero.

La campaña electoral comenzará el 22 de febrero y concluirá el 7 de marzo, con el día 8, víspera de los comicios, dedicado a la tradicional jornada de reflexión.

Aunque los principales partidos todavía no tienen sus listas confeccionadas ya han anunciado quiénes serán sus candidatos a la Presidencia del Gobierno.

En el caso del Partido Socialista será su secretario general y actual presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, el que intentará revalidar el cargo, mientras que por el Partido Popular (PP), el principal de la oposición, será su presidente Mariano Rajoy.

Según el último sondeo publicado en noviembre por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el Partido Socialista (PSOE) ganaría las elecciones generales si se celebraran en ese momento.

Pero, la misma encuesta mostraba que el Partido Popular había recortado la distancia en intención de voto.

El citado sondeo daba a los socialistas un 39,7 por ciento de los votos, frente al 37,4 por ciento que obtendrían los populares de Mariano Rajoy.

En la misma encuesta, ninguno de los dos líderes lograba superar el aprobado de los votantes, que rozaba Zapatero, con un 4,92 sobre 10, mientras que Rajoy obtenía un 3,75.

La legislatura que toca a su fin y que comenzó tras las elecciones de marzo de 2004, justo después de los trágicos atentados del día once (11-M) contra cuatro trenes de Madrid que causaron 191 muertos y casi 2.000 heridos, fue especialmente áspera y conflictiva, con un enfrentamiento permanente entre los dos principales partidos.

El PP acusó desde el principio a los socialistas de haber utilizado el atentado del 11 de marzo, cometido por yihadistas islámicos, para ganar las elecciones, y luego centró gran parte de su labor opositora en reprochar al Gobierno de Zapatero su política antiterrorista con la organización vasca ETA, con la que abrió un proceso de diálogo que fracasó.

Entre sus promesas electorales para los próximos comicios, Rajoy incluyó como uno de los principales objetivos, junto a una bajada de los impuestos directos, la derrota sin paliativos de ETA y el compromiso de no negociar con la banda.

Rodríguez Zapatero, tras la ruptura de la tregua por la organización terrorista y con la reanudación de los atentados -el último cometido en Francia el 1 de diciembre, que costó la vida a dos guardias civiles españoles-, declaró en diversas ocasiones que "no hay ninguna expectativa" de que el Gobierno entable un dialogo con ETA.

Pero, la oposición conservadora mantiene sus reproches y ha intentado sin éxito en cuatro ocasiones que el Parlamento revoque la resolución por la que se autorizó en 2006 al Gobierno a buscar una salida negociada con la banda terrorista "en ausencia de violencia".

Entre las promesas electorales que ha avanzado Zapatero está la creación de dos millones de puesto de trabajo, la eliminación del impuesto sobre el patrimonio, que favorece a las clases medias más acomodadas, y la profundización de las reformas sociales de esta legislatura.

Rajoy se aproxima al momento de la verdad, en la que volverá a competir por la Presidencia del Gobierno por segunda vez, con su partido enzarzado en luchas intestinas por su sucesión al frente de los conservadores escenificada en la pelea por ser proclamado "número dos".