Araújo cree que la armonización es buena, pero también lo es respetar la autonomía financiera

Toledo.-  La vicepresidenta segunda y consejera de Economía y Hacienda de Castilla-La Mancha, María Luisa Araújo, considera que la armonización fiscal entre comunidades autónomas es buena, pero "también es razonable respetar" su autonomía financiera.

Araújo, en una entrevista con Efe, señala que la ampliación hasta el 95 por ciento de la bonificación en los impuestos de Sucesiones y Donaciones a favor del cónyuge y entre padres e hijos, que ayer aprobó el Parlamento regional, no está en contradicción con la opinión del ministro de Economía, Pedro Solbes, de que ese impuesto debe mantenerse y de que se debe plantear su armonización para no dar ventajas a unas comunidades respecto a otras.

La vicepresidenta segunda de la Junta señala que en Castilla-La Mancha, donde los contribuyentes se ahorrarán 50 millones de euros al año con la modificación aprobada, el impuesto desaparece para las familias, pero el Gobierno regional no está a favor de su supresión con carácter general, pues si se paga por el dinero que se gana trabajando, "¿cómo no se va a pagar por el dinero que te regalan?".

En este sentido, la consejera afirma que el Gobierno regional cree que los impuestos de Sucesiones y Donaciones deben formar parte del sistema fiscal español y considera que la armonización fiscal es buena, pero también ve razonable respetar la autonomía financiera.

Con relación al Impuesto de Patrimonio, cuya supresión ha anunciado el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cree que ese tributo ha perdido en buena medida la finalidad con la que nació, que era la de ser "un impuesto con carácter censal para tener localizadas las grandes fortunas y tener un inventario de los grandes contribuyentes de nuestro país".

Araújo afirma que "eso ya se ha superado y hay que proceder, cuanto menos, a una revisión en profundidad del tributo".

En este sentido, recuerda que el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, en su programa electoral y en su discurso de investidura, ya habló de la reforma del Impuesto de Patrimonio, cuya recaudación está cedida al cien por ciento a las comunidades autónomas, que tienen cierto margen y capacidad normativa sobre él.

No obstante, cree que si es el Gobierno central el que lo suprime, será mucho mejor "porque es un impuesto básico en la definición de nuestro sistema fiscal" y es bueno que pase "lo mismo en toda España en esta materia".

Respecto a las compensaciones por el dinero que dejaría de percibir la comunidad autónoma con la supresión del impuesto, dijo que la recaudación media de los últimos años por ese impuesto ha sido en Castilla-La Mancha de alrededor de 30 millones de euros.

Con relación a otras propuestas fiscales, como la del líder del PP, Mariano Rajoy, de dejar exentos del pago del IRPF a todos los que ganen menos de 16.000 euros al año, lo que, según el PP, beneficiaría a 7 millones de españoles, Araújo demanda un mayor rigor por parte de los dirigentes del PP.

En este sentido, apunta que el diputado del PP por Toledo Alejandro Ballestero llegó a cifrar en 750.000 los contribuyentes que en Castilla-La Mancha se beneficiarían de esa medida, cuando, según la consejera, en la región sólo se presentan 500.000 declaraciones que tienen cuota, a lo que hay que añadir que un contribuyente puede presentar más de una.

Además, Araújo no está de acuerdo con el "discurso monocorde" que se centra sólo en la rebaja de impuestos y afirma que "no podemos pretender tener impuestos caribeños y sanidad del norte de Europa".

Añade que los servicios públicos se financian con impuestos, sin los cuales se produce un deterioro de esos servicios, aunque admite que cosa distinta es que la carga se tenga que distribuir de manera equitativa entre los ciudadanos y que el sistema fiscal sea progresivo, de forma que "paguen más los que más tienen".

Con relación a la ecotasa, el impuesto que grava las emisiones contaminantes en la región, Araújo afirma que se mantendrá y asegura que es una de las cosas de las que, si le preguntan el día en que deje de ser consejera, dirá que se siente más orgullosa.