Petr Forman sitúa "La Bella y la Bestia" en mundo "diferente al de Disney"

Valencia.-  El director de escena del montaje operístico "La Bella y la Bestia", Petr Forman, ha asegurado hoy que los espectadores que acudan a ver esta representación comprobarán que "se sitúa en un mundo diferente al de Disney", gracias a la atmósfera y la música que rodea al espectáculo.

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(EFE)

Foto de familia del equipo técnico y artístico del montaje "La bella y la bestia" que se representará en el Palau de les Arts de Valencia del 3 y al 6 de enero del próximo año.

Forman, hijo del director de cine Milos Forman, ha ofrecido hoy una rueda de prensa en el Palau de les Arts junto al director musical Petr Kofron, la intérprete Marina Rodríguez (Bella) y el italiano Andrea Porta (Bestia) para explicar los detalles de este montaje inspirado en la película del mismo nombre de Jean Cocteau (1946), que se podrá ver en este escenario del 3 al 6 de enero.

"No es mi intención que la gente se olvide de la Bella y la Bestia de Disney, pero la música y la puesta en escena causarán una impresión mucho más fuerte. Hemos recreado de forma impactante la atmósfera de la Bestia, una animal que necesita matar y comer", ha señalado.

"Hemos concebido la puesta en escena como un cuento de hadas pero con elementos de la realidad, la ópera fue escrita con el mismo ritmo de la película y ha sido inevitable acudir a la obra de Cocteau", ha añadido.

Para Forman, lo más destacable de este montaje es el elevado ritmo con el que suceden cambios en el escenario.

"Quisimos emplear todo el escenario, al igual que en un teatro de marionetas, presentar un espectáculo muy visual con constantes entradas y salidas de personajes e incluso animales, ya que hay un momento en el que la Bestia entra en escena cabalgando".

A juicio del director musical, la principal dificultad del espectáculo radica en la constante repetición fragmentos musicales y la sincronización que los actores deben tener con determinados pasajes de la partitura.

Para Andrea Porta, en cambio, el mayor desafío reside en el hecho de tener que cantar encorvado, en una postura antinatural y con una caracterización complicada y que produce mucho calor.

Sin embargo, ha reconocido sentirse satisfecho de tener la oportunidad de representar este personaje, el primer papel dramático de su carrera.

"Me siento bien en el papel, una persona dulce en el fondo a la que se le obliga a defenderse por la hostilidad del mundo que la rodea", ha comentado.

Marina Rodríguez ya tuvo ocasión de actuar en el Palau con motivo del concierto de inauguración en 2005, aunque para ella también será la primera ocasión en la que representa un papel protagonista.

"Musicalmente considero que está muy bien escrito, no tiene dificultades para mí. En cuanto a la representación, todo el mundo conoce el argumento, pero creo que la gente se sorprenderá al ver tanto cambio en el escenario", ha explicado.

Este montaje, estrenado en Praga en 2003, iba a ser representado el pasado año en el Palau de les Arts pero finalmente la avería de la plataforma escénica obligó a posponerlo.