Un padre y su hijo extraditados por error a EE.UU. celebran su regreso a Colombia

Bogotá.-  Un padre y su hijo, vendedores de plátanos de la ciudad colombiana de Barranquilla, que fueron extraditados por error a Estados Unidos celebraron con una fiesta su regreso al país, informaron hoy medios locales .

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(EFE)

Un padre y su hijo, vendedores de plátanos en Colombia, fueron detenidos en junio del 2005 y extraditados por error a Estados Unidos.

"Tengo mi conciencia limpia", dijo a periodistas Gabriel Consuegra Arroyo, de 57 años, quien regresó a Barranquilla el fin de semana pasado, junto con su hijo Gabriel Consuegra Martínez, quien era estudiante de enfermería cuando se produjo su detención.

Ambos fueron detenidos el 12 de junio del 2005 en su casa de un barrio muy pobre de Barranquilla, a la que ahora regresan para trabajar y pagar la hipoteca levantada para pagar su pasaje a Colombia.

Según los cargos, el padre "tenía varias cuentas bancarias" en diversos países por medio de las cuales "lavaba dinero" derivado de actividades de narcotráfico, y su hijo había lavado "unos seis millones de dólares" en Colombia.

Para su detención cooperaron el Departamento Antidrogas de EE.UU. (DEA) y detectives del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, inteligencia estatal colombiana).

La hija y hermana Margarita Consuegra denunció a periodistas que eran una familia muy pobre que vivían de las ventas de plátanos.

"Los señores de la DEA nos tildaban de narcotraficantes y de lavadores de dinero, como si fuéramos gente rica, y yo les dije que eso era falso, que yo lo que tengo es esta casa", recordó Gabriel, el padre, al diario local El Heraldo.

Los dos fueron enviados a la cárcel de alta seguridad de Cómbita (Boyacá, centro), en la que está recluidos aquellos que hacen antesala para ser extraditados.

Allí compartieron celda con verdaderos "capos" del narcotráfico, paramilitares y guerrilleros.

El presidente colombiano, Álvaro Uribe, autorizó la extradición de Gabriel, el hijo, el 4 de abril de 2006, que se hizo efectiva el 28 de septiembre del mismo año y su padre llegó a Estados Unidos el 25 de febrero de 2007.

Ambos recobraron la libertad el pasado 29 de noviembre tras permanecer recluidos en una cárcel federal en Nueva York.

"Lastimosamente, a nosotros nos tocó declararnos culpables de algo que nunca cometimos. La desesperación, la amenaza de un mayor tiempo en la cárcel, la falta de la familia, el no poder contar con otros recursos para la defensa, nos llevó a declararnos culpables de algo que nunca cometimos", declaró Gabriel el hijo.

"Esto ha sido una injusticia. Por eso le pido al presidente Uribe que revise bien antes de enviar gente a Estado Unidos", manifestó.

"La vida en esas cárceles federales es durísima", explicó por su parte el padre ya en su casa.