Asesinado un diplomático de EEUU en Sudán tras el anuncio de Washington de nuevas presiones

Jartum.-  Un diplomático estadounidense murió asesinado hoy en Jartum sólo horas después de que el gobierno de su país aprobase una batería de medidas contra el ejecutivo sudanés y de que las nuevas fuerzas de interposición en Darfur comenzaran su mandato.

La muerte de John Michael Granfield, de 33 años y trabajador del programa de ayuda internacional de los Estados Unidos (USAID), se produjo cuando el coche en el que viajaba fue tiroteado por unos desconocidos en el barrio al Riyad, en la capital sudanesa.

De momento, el Ministerio de Exteriores sudanés, que mostró "su gran pesar" por la muerte, ha intentado restar importancia a lo ocurrido y calificado el asesinado de "hecho aislado que no responde a ningún tipo de motivación política".

Asimismo, el portavoz de este Ministerio, Ali al Sadek, subrayó que el Gobierno sudanés continuará esforzándose por garantizar seguridad y protección a todos los diplomáticos desplazados en Sudán, así como a los trabajadores de la ONU y de las organizaciones no gubernamentales.

Granfield y el conductor del coche en el que viajaba, un ciudadano sudanés identificado como Abdelrahman Abás, que también murió por los disparos, fueron tiroteados cuando salían con su vehículo oficial de la Embajada británica tras participar en las celebraciones por el Año Nuevo junto a otros representantes extranjeros en Jartum.

Según un breve comunicado del hospital Fadil, donde fue ingresado, el diplomático fue intervenido quirúrgicamente en varias ocasiones antes de su defunción debido a las heridas causadas por seis disparos recibidos en el hombro, el abdomen y una mano.

Esta es la primera muerte de estas características de un diplomático en Sudán desde 1973, cuando el embajador y el cónsul estadounidenses, además del encargado de negocios de la Embajada belga murieron en un atentado perpetrado por una organización palestina conocida con el nombre de Septiembre Negro.

La muerte del diplomático se produce horas después de que el presidente estadounidense, George W. Bush, firmara un proyecto de ley por el que se permite a los estados y gobiernos locales de EE.UU. que corten sus vínculos inversores con Sudán debido a la violencia en Darfur.

La medida deja que los estados, gobiernos locales y municipios estadounidenses se despojen de sus inversiones en la zona en los sectores del petróleo, la producción eléctrica, la minería y el equipamiento militar, informó el presidente en un comunicado.

El pasado mes de mayo, el Departamento del Tesoro estadounidense también impuso sanciones a 30 empresas de propiedad o bajo control del Gobierno de Sudán y a una compañía que supuestamente había violado el embargo de armamento en Darfur

Ayer, lunes, la fuerza mixta de la Unión Africana (UA) y la ONU (UNAMID) asumió, en la provincia sudanesa de Darfur, el control de la misión de despliegue de 26.000 soldados que intentarán mantener la paz en esa zona. Sudán se opuso durante muchos meses a esa operación.

Estados Unidos ha sido uno de los países que más ha presionado al reticente gobierno de Sudán para la formación y el envío de esta fuerza conjunta, que fue aceptada finalmente por Jartum el pasado agosto.

El conflicto de Darfur, que estalló en enero del 2003, se ha cobrado la vida de más de 200.000 personas y ha empujado a más de dos millones a abandonar sus hogares.