El presidente hondureño dice que hace ejercicio en caballo, motocicleta y en un avión "F5"

Tegucigalpa.-  El presidente hondureño, Manuel Zelaya, dice no ser exigente con la comida, y que prefiere las ensaladas y las frutas, además de hacer ejercicio toda la semana en caballo, motocicleta o un avión caza "F5", cuando se lo prestan.

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(EFE)

El presidente hondureño, Manuel Zelaya, dice no ser exigente con la comida, y que prefiere las ensaladas y las frutas.

Así respondió Zelaya cuando un periodista le preguntó que si al recibir 2008 en la isla caribeña de Roatán la cena sería de mariscos. En declaraciones divulgadas hoy por la radio local, el mandatario respondió que evita estos alimentos en lo posible porque le suben "el ácido úrico".

"Yo como cualquier 'sandwich' barato, yo no soy muy exigente para comer, ahora como ensaladas y como frutas bastante, eso me mantiene todo el día y hago ejercicio porque toda la semana monto en caballo, hago ejercicio en la motocicleta también y cuando me prestan el F5 me monto en el F5 patas arriba y patas abajo", agregó bromeando.

Zelaya hizo alusión a su caballo llamado "Café", su motocicleta, una "Harley Davidson", y un avión de combate "F5" de la Fuerza Aérea Hondureña, en el que voló el 3 de mayo de 2007 y del que al bajarse un poco asustado dijo que por momentos no sabía si iba "patas arriba o patas abajo".

Ese vuelo que inició en La Ceiba (Caribe) y terminó en Tegucigalpa, fue criticado por diversos sectores, ya que el aparato fue forzado al máximo para su aterrizaje en el aeropuerto de la capital hondureña, porque su pista es muy pequeña, de unos 1.300 metros.

El gobernante dijo que algunos de sus familiares más cercanos recibieron el Año Nuevo en el caribeño puerto de Tela, mientras que él prefirió Roatán, donde se reunió con autoridades locales y representantes de la comunidad para discutir sobre un problema con el servicio de energía eléctrica.

Agregó que el 31 de diciembre él acostumbra a cenar y luego de las 12 de la noche se acuesta.

En lo que respecta a las reuniones sociales confesó que no las aguanta más de una hora. "Una hora sí me gusta compartir, porque después de una hora, cuando uno está en una mesa, todo el mundo habla un montón".

"Se ha fijado", le preguntó a un periodista, y seguidamente expresó que en las reuniones sociales "todo mundo habla cualquier cosa, uno cuenta un chiste, otro una anécdota, otro hace una broma".

"Eso, una hora más o menos aguanto esa situación, pero después (como) llevo mi guitarra, entonces saco mi guitarra, me inspiro ahí un rato cantando las canciones de otrora mis años mozos y eso me entretiene unas dos o tres horas", añadió el cincuentón presidente.

Sobre los saludos de felicitación con ocasión de las fiestas de fin de año, dijo que esta semana ha recibido unos 1.215 mensajes, pero: "no los puedo contestar todos", señaló.

"Les digo a los que me mandan mensajes que contesto los últimos 20 o 50, que me los repitan para poderles estar contestando", agregó.

Destacó que normalmente pasa ocupado en los problemas del país y tratando de levantarle la esperanza y el ánimo a los hondureños para que "inspirados en nuestros principios, nuestros valores y nuestra fe en Dios, podamos levantar nuestros sentimientos de dignidad y hacer de nuestro país un pueblo más independiente y más soberano".