El periódico regional de Iowa vive su semana de gloria

Des Moines Register, el periódico regional de Iowa, vive su semana de gloria. Aunque se trata se un diario de mediana tirada, 150.000 ejemplares, todas las miradas están puestas en él. Estados Unidos está pendiente de los sondeos que el diario realiza sobre la intención de voto en el 'caucus', los comicios para elegir a los candidatos demócratas y republicanos a la presidencia de Estados Unidos

EFE

Los Clinton saludan a la multitud en la fiesta de Año Nuevo de Des Moines, Iowa.

Durante semanas, los candidatos se han paseado por la redacción para ofrecer entrevistas y charlar con los periodistas. El diario, que normalmente informa sobre actualidad de un estado rural, es en estos días el líder de opinión electoral en el país. Mucho está en juego en unos comicios cuyos resultados suelen influir al resto del país.

Reid Forgrave, uno de los becarios del diario, ha asegurado a EFE que sus amigos se reían cuando les dijo que se iba a trabajar a un periódico de Iowa. Ahora vive entusiasmado la experiencia de que todo el país esté pendiente de sus informaciones. "Ahora soy yo el que me río cuando los llamo y les digo: oye que ayer entrevisté a Kevin Bacon, uno de los partidarios del demócrata John Edwards. Está claro que no es Nueva York, ni Los Ángeles, pero para ser un estado en el medio de maizales no está tan mal", dice el periodista.

La inmigración centra las últimas horas de campaña

A pocas horas de que los habitantes de Iowa acudan a votar, los candidatos de los partidos demócrata y republicano han centrado sus últimas horas de campaña en la inmigración, un tema que preocupa mucho a los norteamericanos. En Iowa viven 112.000 inmigrantes hispanos y unos 20.000 se mudaron allí en los últimos seis años, atraídos por los salarios en la industria avícola y cárnica del estado. Más de la mitad son indocumentados, lo que asusta a una población conservadora y en su mayoría blanca.

Los republicanos han seguido la estrategia de meter el miedo en el cuerpo a los ciudadanos inundando los buzones, la radio y la televisión con anuncios que advierten sobre la invasión de los inmigrantes. Para solucionar el problema proponen desde muros para combatir la porosidad de la frontera sur hasta la deportación masiva de indocumentados.

Para los demócratas, la inmigración ilegal supone un gran dilema de cara al voto hispano: por un lado, proponen formas de aumentar la seguridad, pero, por otro, quieren hacerse con el voto inmigrante. Así que se decantan por reformas migratorias que compaginen la legalización y la seguridad.