¡Por fin acaba la Navidad! ¿Cenamos?

Ya acaban las fiestas. Atrás quedan los aperitivos y cenas con los amigos del colegio, de la universidad, de la oficina, del gimnasio... El resultado de la Navidad suele ser desolador: ruina económica, cuatro kilos más y algún cuñado de menos. En el armario de las medicinas ni rastro de almax, omeprazol y demás amortiguadores de excesos. ¿Hasta el gorro de la Navidad? Siempre se puede celebrar su fin y aprovechar que los productos que el día 31 costaban un ojo de la cara ahora valen medio. Unos cuantos amigos bien escogidos, unas ostras, queso y ensalada acompañadas de un vino blanco bien frío son una opción para decir adiós a las comidas pantagruélicas de estas fechas y comenzar con los propósitos del 2008...

En los restaurantes las ostras llegan a la mesa abiertas y limpias, pero en casa la cosa es distinta. Se necesita cierta pericia para acabar la tarea sin ninguna magulladura en las manos. Por eso Ghisó propone esta bonita caja con un abridor especial y un guante de malla metálica que evita los roces con la concha. Perfecto para regalar a los fanáticos de las ostras.

Una selección de 'mezclum', un poco de cebolleta fresca, un ligero aliño con aceite Valderrama y vinagre de vino de Jerez. Una ensalada sencilla puede ser el mejor manjar. Ligera y fresca luce estupenda en un bowl de cerámica. Éste es de Pieter Stockmans, un estudio de diseño belga.

¡Olvídate de los turrones! Ya está bien con el duro, el blando, el de chocolate y los mazapanes que siempre se quedan en la bandeja. Un poco de queso bien cortado es un postre perfecto. Con este cortador de Bodum el queso toma forma de espiral con el grosor adecuado. Prueba el Tête de Moine que tiene la textura ideal.

Para beber: vino blanco. Las 'gabardinas' de Eva Solo mantienen la bebida fría al sacarla de la nevera. Las hay en distintos colores y tamaños. Lo bueno es que también mantienen el calor así que pueden ser utilizadas como termo para el té o el café de la sobremesa.

El mantel, original. Éste de Droog Design imita los estragos post fiesta. Y ¿qué hay más adecuado para una celebración del final de la Navidad? Realizado con fotogramas por el colectivo de diseño holandés es útil y, sobre todo, divertido.