Zapatero cree que los "sectores integristas" obligarían al PP a derogar leyes sociales

Madrid.-  El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cree que si el PP ganara las elecciones, se vería obligado "por los sectores más integristas y conservadores de la derecha política y mediática" a derogar leyes que han avanzado en derechos sociales, como la que reconoce los matrimonios entre homosexuales.

Zapatero se ha expresado así en una entrevista en la Cadena SER en la que ha asegurado que el Gobierno, ante la actitud de la Iglesia en contra de determinadas decisiones que ha adoptado, "no va a dar ni un paso atrás" tras haber aprobado "leyes que extienden derechos individuales" y que ha garantizado va a mantener "en todos los órdenes".

Al pedirle su opinión ante la posibilidad de que el PP, si ganara las elecciones, derogara leyes como la que ampara el matrimonio entre personas del mismo sexo, ha recordado que esa misma pregunta se la han hecho al líder de este partido, Mariano Rajoy, y no ha dicho "ni sí ni no", algo que ha considerado que "no es nada extraño".

"Viendo la influencia que ejercen en estos momentos los sectores más integristas y conservadores en la derecha política y en la derecha mediática, creo que se verían obligados a hacer cosas en esa dirección", ha precisado.

Ante la actitud de la Iglesia, Zapatero ha llamado la atención sobre el hecho de que el PP muestre "aquiescencia" con las críticas de los obispos, algo que cree que no ocurriría en otros países con partidos de la derecha y ante determinados ataques de las autoridades eclesiásticas.

El jefe del Ejecutivo ha reiterado sus discrepancias con las manifestaciones de los obispos Antonio María Rouco Varela y Agustín García Gasco en el acto celebrado en la plaza de Colón de Madrid en defensa de la familia y ha instado a que todo el mundo vea respetadas sus creencias.

Zapatero ha expresado su extrañeza por el hecho de que la Iglesia española haga hincapié ahora en el aborto cuando estuvo callada durante los ocho años del Gobierno de José María Aznar y también estaba en vigor la misma ley.

Aunque ha reconocido la existencia de discrepancias entre El Vaticano y el Gobierno, Zapatero ha destacado que desde la Santa Sede no se ha llegado a decir cosas como las pronunciadas por Rouco y García Gasco y en las que se llegó a alertar del riesgo de disolución de la democracia.